Fray Juan de Santo Tomás, la madre Ágreda y los visionarios de Aragón
utilización de las profecías a mediados del siglo XVII
DOI:
https://doi.org/10.53439/revitin.2018.02.03Palabras clave:
castigo divino, confesor real, falsos visionarios, ideología, monarquía católica, papado, revelaciones, Sor María de ÁgredaResumen
El decenio de 1640 fue una etapa en la cual surgieron falsos visionarios que afirmaban tener contacto con Dios y ser los transmisores de sus mensajes a reyes y príncipes. En este contexto, se encuadran los mensajes que sor María de Ágreda transmitió a Felipe IV. Le recordó que Dios estaba castigando a su Monarquía por haber llevado una política hostil hacia el Papado. En esta pretensión, recibió la ayuda de varios profetas que compartieron sus planteamientos ideológicos. La monja y estos visionarios, a los que se añade el confesor del rey, fray Juan de Santo Tomás, constituyeron la voz de un grupo de poder que instrumentalizó sus revelaciones para instar al rey planeta a reorientar la política de la Monarquía católica de acuerdo con los intereses del Papado.