Presentación

Tomismo bíblico. Actualidad y desafíos

 

 

Sigue creciendo el interés científico por el perfil teológico del Aquinate que ha quedado aplastado por su genialidad filosófica. La admiración por la cultura de argumentación dejó de lado lo que era fundamental y crucial para él: la comprensión de la Sagrada Escritura. Al construir su síntesis, santo Tomás no trata la Palabra de Dios como un elemento adicional o decorativo para la reflexión teológica, sino como un fundamento. No hay que elegir uno u otro, pero se trata de reestablecer el ordo del quehacer teológico. De ahí que los últimos años hayan visto un claro resurgimiento de estudios sobre los comentarios bíblicos del Aquinate, que quedaron en la sombra de la Suma theologiae.

Pero no se trata solo del aspecto material –fijar la atención a unos escritos olvidados, en este caso los bíblicos– sino que se complementa con el formal, pues a través de los comentarios se descubre una idea de procedimiento teológico que evita dos extremos: limitarse al dato bíblico o a la pura reflexión racional. De ahí que trata de unir ambos elementos: especulación y la Revelación atestiguada en la Sagrada Escritura.

En esta perspectiva, el llamado tomismo bíblico es una propuesta integral: no se trata solo de recuperar algo perdido, sino de cultivar la teología a la manera como la entendía santo Tomás en el concepto de la sacra doctrina. En el fondo es un arte de integración de la Escritura, la Tradición y la reflexión metafísica, pero al mismo tiempo de análisis y síntesis.

De esta forma, el tomismo bíblico, término que acuñó Matthew Levering y que sigue la ruta indicada por S.-Th. Pinckaers, representa un acercamiento variado, desde la exploración de los temas bíblicos en las obras sistemáticas, la comprensión de los sentidos literal y espiritual, hasta los análisis de los conceptos teológicos en los comentarios bíblicos para situar de esta manera los logros de la exégesis bíblica del Aquinate en el marco general de la exégesis patrística y medieval. Se nota el creciente interés por esta corriente tomista en las publicaciones de los últimos años. Sin duda, todo esto contribuye a la recuperación de la imagen del Aquinate más fiel a lo que suponía ser magister in Sacra Pagina, que era el título medieval otorgado a los profesores de teología.

Este número de la revista Studium refleja precisamente esta variedad de las líneas principales del tomismo bíblico, ofreciendo un mapa para futuros estudios. El lector encontrará las contribuciones de varios autores, quienes presentan sus últimos trabajos relacionados con el tomismo bíblico.

El texto que introduce en el marco general de la relación entre la exégesis y la teología es el artículo de Piotr Roszak, quien indica las diferentes modalidades de la presencia de la Sagrada Escritura en los textos del Aquinate. Bajo esta luz se puede llegar a comprender cómo percibe santo Tomás a la misma teología, que mantiene un equilibrio entre la terminología bíblica y la reflexión sistemática.

La aportación del profesor Enrique Alarcón, de la Universidad de Navarra, muestra las ventajas de las herramientas de humanidades digitales, sobre todo el data mining, aplicados a los comentarios bíblicos, proyecto que está llevando a cabo en la edición y traducción polaca de los comentarios del Aquinate al Corpus Paulinum, realizados en la Universidad Nicolás Copérnico, en Toruń (Polonia).

Albert Marie Surmanski OP analiza el tema de los sentidos bíblicos, que compara la actitud de san Alberto Magno y del Aquinate para mostrar la aportación tomista en este campo. En la misma línea hay que situar el artículo de Ignacio Manresa, que abarca el tema de la pluralidad del sentido literal según santo Tomás, indicando la necesidad del adecuado marco teórico (autoría divina de la Sagrada Escritura) para comprender la idea tomasiana.

Desde otro ángulo, pero con la misma mirada puesta en los sentidos bíblicos, Gilbert Dahan considera la comprensión del sentido alegórico en santo Tomás. Lo que subraya en su artículo, tras analizar el Quodl. VII o Gal 4, es que el esquema de cuatro sentidos no tiene tanta importancia para el Aquinate como la distinción agustiniana entre res y voces. Es llamativo que santo Tomás tenga sus reservas hacia la alegoría, la cual está presente, aunque muchas veces como citada de otros autores y no inventada por el Aquinate. Todo esto confirma la preferencia de santo Tomás por el sentido literal, lo que hace a su exégesis muy actual. 

Matthew Levering trata de profundizar en la cristología basada en referencias a Josué como tipo de Cristo, compaginando, como es propio de su estilo, la teología contemporánea y el acercamiento de santo Tomás de Aquino en sus obras sistemáticas, pero también bíblicas, como el Comentario al Evangelio de San Juan y al de San Mateo y a la Carta a los Hebreos. De esta forma se abre la reflexión cristológica a una perspectiva bíblica más profunda que muestra el estilo exegético del Aquinate.

David Torrijos se centra en el Comentario al Evangelio de San Juan y en la acción del Verbo en la historia de la salvación: al descubrir el valor revelador del Verbo indica el alcance mediador fundado en la humanidad de Cristo, instrumento de la divinidad.

El artículo conjunto de Catalina Vial e Ignacio Serrano es una comparación entre Lutero y el Aquinate basada en diferentes exégesis de Rom 5,5. De esta forma muestran la diferente interpretación de ambos frente al don de Dios: pasividad del hombre en Lutero y la transformación, fruto de la salvación, en santo Tomás, que permite al cristiano responder con amor a lo que recibió por amor de Dios.

Fijándose en el Comentario a los Salmos, el último de los dictados por el Aquinate, Jörgen Vijgen propone que la obra da al lector un acceso privilegiado a la vida de la mente de un fraile dominico en el trabajo y la oración. Ilustra esta afirmación en cuatro áreas que son centrales en la vida de un fraile dominico, miembro de la orden de predicadores: (1) la oración y la liturgia, (2) Cristo, María y la Iglesia, (3) el pecado y la misericordia y (4) la contemplación y la predicación.

La base escriturística de las cuestiones presente en las obras sistemáticas ofrece una interesante perspectiva para interpretar la propuesta doctrinal del Aquinate. En esta línea ha de situarse la contribución de Aaron Canty, que analiza las referencias a las cartas de San Pablo del Nuevo Testamento utilizadas por santo Tomás en la Suma de teología, donde se trata de los misterios de la vida pública de Cristo.

Es Shawn Colberg quien analiza el tema de la recepción y efectos de la Eucaristía comparando el acercamiento sistemático y en los comentarios bíblicos. La relación de ambos tipos de obras teológicas del Aquinate es de mutuo enriquecimiento: la triple constatación especulativa acerca de la Eucaristía expresada en la Suma de teología es la clave para interpretar pasajes bíblicos.

Agradeciendo la posibilidad de editar este número de la revista Studium esperamos que, al presentar diferentes ángulos del tomismo bíblico, estos artículos transmitirán lo que nos parece clave para comprender la figura teológica del Aquinate: su amor y dedicación a estudiar la Sagrada Escritura, testimonio de la Revelación divina, sin la cual no hay teología como sacra doctrina.

 

Matthew Webb Levering

Piotr Roszak

Jörgen Vijgen