Dossier: De monjas a religiosas: aspectos de la vida consagrada en los siglos XVII, XVIII y XIX
From nuns to abbesses: aspects of consecrated life in XVII, XVIII and XIX centuries
Ana Mónica Gonzalez Fasani
Universidad Nacional del Sur
Guillermo Nieva Ocampo
Universidad Nacional de Salta / CONICET
Hace algún tiempo, durante un simposio dedicado al monacato femenino que habíamos coordinado, se señalaba la importancia de seguir intercambiando los resultados de nuestras investigaciones con otros colegas, para presentar y discutir diferentes enfoques y perspectivas de los temas que estudiamos, con el fin de enriquecer nuestro conocimiento sobre una cuestión que con el paso del tiempo ha demostrado ser mucho más compleja, rica e incluso importante de lo que se había pensado hasta no hace mucho.1 De hecho, de ser un tema casi “inexistente” o marginal, los estudios sobre la historia del monacato femenino resultan cada vez más atractivos y vigentes, seguramente a causa de la riqueza de los mismos archivos conventuales y por la enorme posibilidad de trabajo que brindan sus fondos, pero también gracias al análisis de las historias individuales y del examen de los vínculos sociales, adecuadamente contextualizados y alejados de tópicos y de anacronismos, a los que nos tiene acostumbrado últimamente una saludable moda historiográfica.
Los estudios que en esta ocasión presentamos son representativos de un amplio espacio geográfico, que en cierto modo se corresponde con los territorios europeos y americanos de la Monarquía Hispana, y también de un dilatado marco cronológico. Ello permitirá, entre otras cuestiones, apreciar las similitudes y diferencias de las experiencias monásticas durante la Edad Moderna en el ámbito “español” -desde el Reino de Nápoles al Reino de Chile- así como los notables cambios que se operaron en el perfil de ese tipo de fundaciones y de sus habitantes durante el siglo XIX.
Esta selección de trabajos sobre la vida de mujeres consagradas refleja varias cuestiones, sobre las que desearíamos llamar la atención. En primer término, el desarrollo e importancia que han adquirido en las últimas décadas los estudios sobre las mujeres y sus vivencias dentro y fuera de los claustros. En segundo lugar, la ampliación de los puntos de vista a partir de los cuales se analizan viejos y nuevos temas, como lo prueban los artículos del presente número, ya muy alejados de aquellos que consideraban la opción al monasterio como una simple opción forzada, en respuesta a la existencia de una población femenina residual, y que, en cambio, se esfuerzan por plantear sus investigaciones desde una ópticas “descolonizadora del pasado”, es decir, que dan un mayor valor al objeto historiado que a los intereses propios del historiador y de su propia época.2 Por otra parte, cabe destacar que los autores aquí convocados exploraron numerosos y variados reservorios documentales, algunos de ellos hasta hoy apenas o para nada consultado.
El número consta de siete artículos que, así lo esperamos, contribuirán al progreso en el conocimiento del mundo religioso femenino. Los cinco primeros, presentados en orden cronológico, refieren tanto a los territorios de la monarquía hispánica en el Viejo Mundo como a Indias. Los dos restantes, hacen referencia a problemáticas desarrolladas en los posteriormente constituidos Estados-Nación americanos.
En primer término, presentamos el trabajo de Silvia Mantini, “Monasterios femeninos y oraciones silenciosas en las fronteras del reino de Nápoles”, que transcurre en una ciudad del reino de Nápoles en el siglo XVII, L’Aquila. En él, la autora analiza y entrecruza la vida y la sensibilidad espiritual de dos mujeres, ambas procedentes de familias del patriciado de la ciudad: Maria Teresa Ciampella y Maddalena Ventiquattro, la primera, abadesa del monasterio agustino de San Amico; la segunda, propietaria de la morada en la que favoreció la creación del oratorio de terciarias filipinas. La consulta a abundantes reservorios documentales de l’Aquila, como el Archivo Arquidiocesano, los de la provincia y el de la ciudad, las bibliotecas “Vittoria Colonna” y “Salvatore Tommasi”, junto con los fondos de la Biblioteca Apostólica Vaticana, amén de una abundante bibliografía, da como resultado un profundo estudio sobre el clima espiritual y cultural de la ciudad, en un contexto de notable e inquietante renovación, signado por la aparición del quietismo.
El artículo de Alberto Pérez Camarma, titulado “Fray Juan de Santo Tomás, la madre Ágreda y los visionarios de Aragón: instrumentalización de las profecías a mediados del siglo XVII”, se sitúa específicamente en el decenio de 1640 en la Península Ibérica. El autor presta atención a la relación espiritual y política del rey Felipe IV con una monja, sor María de Ágreda, un personaje ya conocido por la historiografía, pero esta vez como miembro de una facción cortesana interesada en que el rey reorientase los objetivos de su política. Para realizar su estudio, el autor ha recurrido a documentación del Archivo Histórico Nacional, del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, del Archivo de Madres Concepcionistas de Ágreda y de la Biblioteca Nacional de España, entre otros.
Seguidamente, la investigación de Nere Jone Intxaustegi Jauregi, “El protagonismo de las dotes en la vida económica conventual del País Vasco”, nos traslada, como el mismo título lo indica, a otro territorio de la monarquía hispánica y a un tema que conjuga lo económico, lo social y, específicamente, lo familiar, como lo es la cuestión de las dotes de las monjas durante la Edad Moderna. A partir de un amplio relevamiento documental, elige estudiar las dotes pagadas por las profesas clarisas, ya que la familia franciscana tuvo una notable presencia en las ciudades vascas. Dicha economía material sustentaba la espiritual, la de los rezos y la contemplación, la que daba verdadero sentido a la existencia del monasterio, pero también los vínculos externos de la comunidad.
Los siguientes dos estudios se sitúan en el territorio americano, en la Gobernación del Tucumán y en el Reino de Chile específicamente. El primero, escrito por Alejandro Chiliguay, refiere a las visitas que los obispos Juan de Sarricolea y Olea y Antonio Gutiérrez de Zevallos hicieron a los dos monasterios existentes en la ciudad de Córdoba, el de Santa Catalina de Siena y de San José, entre 1724 y 1740. La documentación, mayormente del Archivo del Arzobispado de Córdoba, pero también del Archivo Capitular y Biblioteca del Arzobispado de Sucre, permite al autor reconstruir la vida cotidiana de las monjas, sus observancias y sus transgresiones así como sus vínculos familiares, eclesiásticos y políticos. Asimismo, se estudia la actividad correctiva de los obispos, como expresión de una política general promovida por Felipe V, en la que, a nivel local, tienen un gran protagonismo los jesuitas.
Alejandra Fuentes González en su artículo “El claustro femenino como microcosmos laboral en Hispanoamérica: Los esclavos negros y afromestizos del Monasterio Antiguo de Santa Clara. Santiago, Chile (siglo XVIII)” estudia la posición de dichos sujetos en la jerarquía social del claustro, sus formas de ingreso, tipos de trabajos realizados, manumisiones y representaciones culturales. Asimismo, se analizan las dificultades que implicaba su vida cotidiana en relación a las normas de la comunidad religiosa, contrastándolas con los beneficios que significaba su incorporación al convento, tanto para las monjas como para ellos mismos. La investigación resulta sumamente rica y profunda, gracias a que el archivo del Monasterio Antiguo de Santa Clara fue catalogado y digitalizado por la Universidad de los Andes bajo el marco del proyecto “Rescate y difusión del Archivo del Monasterio de Clarisas de Antigua Fundación, Puente Alto, Santiago de Chile”, financiado por el Programa para Bibliotecas y Archivos de Latinoamérica del Centro de Estudios de Latinoamérica David Rockefeller, de la Universidad de Harvard.
Finalizamos el número con dos artículos, relativos a Chile y Argentina en el siglo XIX. Alexandrine de La Taille aborda el novedoso ideal de vida activa que proponen las congregaciones religiosas femeninas decimonónicas de origen francés, que se implantaron prontamente en América. Su artículo se titula: “Una nueva Regla para los nuevos tiempos. Las constituciones de La Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús: recepción y adaptación en Chile durante el siglo XIX”. La autora comprueba que el nuevo modelo de vida consagrada, tan diferente al de las antiguas órdenes contemplativas, logró una excelente respuesta en las jóvenes chilenas. Al igual que los trabajos anteriormente reseñados la consulta y el análisis de fondos documentales permiten un acercamiento de primera mano al tema. En este caso, Alexandrine de La Taille pone para conocimiento de los lectores el Fondo Anna du Rousier, de los Archivos Generales de la Sociedad del Sagrado Corazón en Santiago de Chile.
Por último, Lourdes Mercado también reconstruye la presencia de una congregación de religiosas dedicadas a la educación de niñas, hasta ahora no estudiada, en la norteña provincia argentina de Salta. Se trata de las Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, quienes llegan a un remoto paraje, Cafayate, donde fundan el Colegio de María. El estudio se centra en la fundación, en la actividad de patrocinio de los miembros de las élites locales, en los intereses de los mediadores eclesiásticos y en los que animaban a las mismas religiosas, en un contexto de miedo a la laicización. En este caso, se ha trabajado con documentación del Archivo del Arzobispado de Salta, del Archivo de la Terciarias Franciscanas de Salta y también de la Casa General en Córdoba.
Por lo tanto, monjas devotas, místicas, intrigantes, pleiteantes, dueñas de esclavos o ricas herederas junto a abnegadas educadoras se dan cita en los estudios que aquí presentamos y ofrecemos para su lectura. Un conjunto de artículos que, obviamente, no agota, ni mucho menos, la diversidad temática ni de enfoques que el tema ha producido en los últimos años. Pero quiere contribuir, en la medida de los posible, a promover su estudio y mayor difusión.
Por último, queremos aprovechar esta breve introducción para felicitar y agradecer a los colaboradores de este dossier por su gran generosidad y por la enorme calidad de sus contribuciones y a la revista Itinerantes por su difusión.
Ana Mónica Gonzalez Fasani
Guillermo Nieva Ocampo
Bibliografía
ATIENZA LÓPEZ, Ángela (2012) “El mundo de las monjas y de los claustros femeninos en la edad moderna. Perspectivas recientes y algunos retos” en Eliseo Serrano Martín (Coord.) De la tierra al cielo: Líneas recientes de investigación en historia moderna, Vol. 1, Zaragoza, Fundación Española de Historia Moderna, Institución Fernando el Católico, pp. 89-108.
___ (2016) “Conventos y patronos: cuestiones sobre las relaciones de patronazgo conventual en la España moderna”, en José María Imízcoz Beunza y Andoni Artola Renedo (Coords,) Patronazgo y clientelismo en la monarquía hispánica: (siglos XVI-XIX), Bilbao, Servicio de publicaciones de la UPV, pp. 109-134.
ATIENZA LÓPEZ, Ángela y BERTRÁN MOYA, José Luis (2017) “Religiosos y religiosas. Lazos e intereses de familia en el seno del clero regular en el mundo hispánico de la Edad Moderna” en Ofelia Rey Castelao, y Pablo Cowen (Eds.) Familias en el Viejo y el Nuevo Mundo, Mar del Plata, U. N. de Mar del Plata, pp. 214-243.
EGIDO LÓPEZ, Teófanes (2011) “Las monjas del Antiguo Régimen: libres, casadas y ricas” en Luis González-Carvajal Santabárbara y Santiago Madrigal Terrazas (Eds.), Mil gracias derramando: Experiencia del Espíritu ayer y hoy, Madrid, U. P. Comillas, pp. 603-620.
1 Señalan esa diversidad de perspectivas y enfoques, y también proponen nuevas líneas de investigación, para la Edad Moderna, Atienza López (2012: 89-108; 2016: 109-134); Atienza López y José Luis Betrán Moya (2017: 214-243).
2 Un amplio panorama sobre esa nueva visión acerca de los estudios sobre monacato femenino nos la brinda el sugestivo artículo de (Egido López, 2011: 603-620).