Dossier

Los dominicos franceses entre África y América, siglos XIX y XX.


French dominicans between África and América, XIX and XX centuries


Cynthia Folquer

Instituto de Investigaciones Históricas. “Prof. Manuel García Soriano”

Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino.

cfolquer@unsta.edu.ar



Los artículos que integran este dossier sobre dominicos franceses y sus incursiones en África y América, fueron presentados en el III Congreso Internacional de la Orden de Predicadores en las Américas, que se realizó entre el 17 y 19 de julio de 2019 en Providence College, Rhode Island, EEUU.

El rico intercambio que favoreció este encuentro y los puntos en común que visualizamos en estos estudios, motivó la organización de este dossier que ahora ofrecemos en Itinerantes.

Los dos primeros trabajos se refieren a dominicos franceses que migran a América en la segunda mitad del siglo XIX y que generan diversos proyectos insertando la tradición dominicana en los extremos del continente: Canadá y Argentina.

Darren Dias (University of St Michael’s College, Toronto, Canadá) en su artículo titulado “Una provincia propia: Dominique-Ceslas Gonthier y las primeras comunidades dominicanas canadienses” nos introduce en la fundación de las comunidades en Canadá realizadas por frailes provenientes de la Provincia Francia quienes arribaron a esas tierras en 1873. Herederos de Lacordaire, el restaurador de la Orden de Predicadores en la Francia pos revolucionaria, estaban impregnados del liberalismo católico francés y postulaban los valores de libertad y bien común. Pero en el proceso de asumir un “color local” junto a los frailes autóctonos que iban ingresando, comenzaron las tensiones ya que el liberalismo francés era mal visto entre los canadienses católicos, cada vez más ultramontanos. Darren Dias destaca que entre los frailes oriundos de Canadá resaltó Dominique-Ceslas Gonthier, quien asumió un gran protagonismo participando activamente en los espacios sociales y eclesiales y asumiendo una postura claramente crítica con el liberalismo francés. Dias analiza la cuestión de las escuelas católicas y francófanas de Manitoba como caso testigo de las luchas por defender los derechos de las minorías religiosas y linguísticas en el Canadá de la bisagra entre los siglos XIX y XX y los conflictos diplomáticos y políticos que esta cuestión implicó. La participación de Gonthier en la batalla por el derecho a la educación católica como aliado de las posturas más ultramontanas de la jerarquía canadiense, facilitó luego la expansión de la presencia de los dominicos en Canadá, actuando como verdadero operarador político en el contexto eclesial y civil.

En el otro extremo del continente, arribaba hacia 1876 un fraile francés de la Provincia de Lyon, Fray Angel María Boisdron. Cynthia Folquer (Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino, Tucumán, Argentina) aporta una mirada de sus representaciones viajeras sobre América, Africa y el Cercano Oriente en el artículo titulado: “Ojos viajeros, escritura nómade: Apuntes sobre los itinerarios de Fr. Ángel María Boisdron, 1876-1924.”

Este estudio aborda la escritura de viajes de Boisdron, (1845-1924) que abunda en observaciones del paisaje y su gente y manifiesta sus representaciones sobre Europa, América y el Cercano Oriente buscando explicarse a sí mismo, intuyéndose ciudadano del mundo. Sus escritos se registran en difersos formatos: relatos de viajes, autobiografía, cartas, artículos periodísticos y conferencias, y al analizarlos se busca desentrañar la mirada europea sobre el “resto” del mundo. A su vez, la autora analiza los sucesivos viajes desde la perspectiva de la peregrinación, identificando en Boisdron la dimensión mística de su itinerancia. Este fraile francés, viajero incansable aporta en sus escritos temáticas muy variadas: descripciones de la naturaleza, el paisaje y temperamento de los argentinos, arribo de misioneras al puerto de Dakar, la acción del Obispo Soler en Uruguay, la situación de los obreros en Bélgica y Tucumán y la cultura arabe que descubre en Palestina y Egipto. Boisdron es analizado desde la perspectiva de sus itinerarios transculturles como un explorador social.

Los dos artículos referidos al siglo XX, se enmarcan en el radio de influencia del Padre Lebret y de la corriente por el fundada de Economía y Humanismo.

Guillermo Munera Dueñas en su articulo “La teología y las ciencias sociales, “nuevos límites” de posibilidad en las recomposiciones transnacionales y misioneras del catolicismo”, analiza el desarrollo de las teologías de la liberación en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Indaga en la configuración triangular de la producción teológica entre Europa, África y América Latina, buscando demostrar que las instituciones eclesiales y los teólogos, continúan funcionando dentro de un sistema de recomposición para evitar que la teología sea reemplazada por las ciencias sociales, afirmando que la apropiación de las ciencias sociales fue una manera de salvaguardar la teología. Para plantear su hipótesis desplaza la mirada hacia otros espacios geográficos que permitieron la interacción de diversas experiencias misioneras y teológicas del “tercer mundo” después de los procesos de independencia y lucha anticolonial en África. Reconstruye el derrotero de algunos frailes provenientes de la provincia dominicana de Lyon y la creación de instituciones que permitieron interacciones entre África, Europa y América Latina. Indaga en el itinerario de Fray Vincent Cosmao, su proceso de formación, influencias recibidas, su participación en el establecimiento de la fraternidad dominicana en Senegal a mediados de 1950, en el contexto de la nueva conciencia del tercer mundo y a los procesos de descolonización. Influidos por la nueva sociología pastoral religiosa buscan comprender el tejido social de la población y sus aspiraciones religiosas, emprendiendo un diálogo con el islam. Imbuidos de los ideales de Economía y Humanismo y animados por la presencia de Lebret en Senegal -invitado por el gobierno senegalés-, se comprometen con el plan de desarrollo de este país, en el proceso de africanización de la iglesia y en el desarrollo de las teologías africanas. Múnera analiza el compromiso pastoral de Cosmao y los replanteos permanentes de su saber teológico a partir de los estudios de Levi-Strauss y la antropología contemporánea. A su vez, el autor sigue el derrotero de Lebret con los trabajos y cursos desarrollados en Brasil y Monreal y se detiene en la fundación del IRFED (Instituto Internacional de Investigación y de Formación para el Desarrollo Armónico), desde donde realizan programaciones regionales, acompañamiento de poblaciones, intercambios internacionales y proyectos de formación para países del tercer mundo. Cosmao sucede a Lebret en la dirección del IRFED y lo acompaña en su participación en el Concilio Vaticano II, lo que le permite una gran apertura al mundo internacional católico y ecuménico. Guillermo Múnera destaca la participación de Cosmao en la Comisión Pontificia de Justicia y Paz y en los diálogos con el Consejo Mundial de Iglesias. Esto le permitirá a Cosmao participar en la creación de estructuras regionales en América Latina que favorecieron el desarrollo de la teología de la liberación y la formación de una red de teólogos entre los que se destacan Gustavo Gutiérrez, Rubem Alves y el mismo Cosmao.

Su compromiso con la teología lo llevará tomar distancia del IRFED y a solicitar su cierre ante las autoridades de la Orden Dominicana, debido a las posturas irreconciliables de algunos de sus integrantes ya identificados con el marxismo, la laicidad francesa y con un claro rechazo a la teología, postura acentuada luego de la crisis producida en mayo de 1968. Cosmao funda entonces el Centre Lebret, Foi et Développement, en donde el saber teológico, en diálogo con las ciencias sociales y las teologías de la liberación encuentran un lugar. La línea de investigación que Múnera está desarrollando es sin duda un aporte fundamental al conocimiento del origen y evolución de las teologías de la liberación en la segunda mitad del siglo XX.

Por último Susana Monreal con su artículo “La apuesta desarrollista de los dominicos franceses en el Cono Sur: Paul Ramlot OP (1924-2004) y el IEPAL” nos presenta a otro discípulo de Lebret, Fray Paul Ramlot y la instalación de una comunidad de dominicos de la provincia de Toulouse en Montevideo entre 1953 y 1970. Ramlot se convirtió en el referente de Economía y Humanismo en Uruguay y en la región a través de la creación del IEPAL “Instituto de Estudios Políticos para América Latina” desde el que se generaron diversos proyectos de desarrollo en la región y se capacitó a líderes políticos, empresarales y sindicales de América Latina, convocando a espacialistas de diferentes universidades de Europa y Maérica Latina para el dictado de los cursos. Formó equipos y construyó redes y realizó aportes muy innovadores en la región.

La autora señala que la decisión de fundar en Montevido se debió a contactos previos del Padre Lebret en ese país. Como lo hizo Guillermo Múnera en su artículo incluido en este dossier, acerca al lector los aspectos más significativos del pensmiento de Lebret y sus aportes en América Latina, para compreder mejor el accionar de su discípulo, Ramlot. el compromiso con el desarrollo y con la integración del continente.

Susana Monreal, contextualiza este proyecto en el marco de dos grandes acontecimientos muy significativos para el continente y para la Iglesia: la victoria de la Revolución Cubana y la convocatoria del Concilio Vaticano II. Observa cómo las circunstancias socio-económicas y políticas cada vez más críticas -surgimiento de la guerrilla urbana promovida por el Movimiento de Liberación Nacional, MLN/Tupamaros, los reclamos permanentes de trabajadores y estudiantes, el progresivo autoritarismo del gobierno y las posturas irreconciliables al interior de la comunidad, provocaron el cierre de la misma y la dispersión de los frailes a distintos puntos del continente. Monreal afirma que Ramlot emprendió esta tarea en tiempos complejos, en los que los modelos ideológicos y políticos provocaron enfrentamientos en el seno de la Orden y de la Iglesia.

La figura de Ramlot es todavía muy desconocida y Monreal ha comenzado a desarrollar una interesante y necesaria línea de investigación que está aportando intersantes perspectivas de análisis de los proyectos de desarrollo integral de los pueblos, que emergen de los ideales de Lebret y de la corriente Economía y Humanismo.