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Filópolis en Cristo N° 5 (2025) 205-221
ISSNL 3008-8844
La relación entre la Iglesia y las comunidades políticas a la luz de la Realeza Social de Cristo
creación y de la redención (cf. Col 1:15-20), recapitulador de todas las
cosas (cf. Ef 1:10), «al cual hizo Dios para nosotros sabiduría de origen
divino, justicia, santicación y redención» (1 Co 1:30). En efecto, el
misterio de Cristo tiene una unidad intrínseca, que se extiende desde
la elección eterna en Dios hasta la parusía: «[Dios] nos ha elegido en
él antes de la fundación del mundo, para ser santos e inmaculados en
su presencia, en el amor» (Ef 1:4); En Él «por quien entramos en he-
rencia, elegidos de antemano según el previo designio del que realiza
todo conforme a la decisión de su voluntad» (Ef 1:11); «Pues a los que
de antemano conoció [el Padre], también los predestinó a reproducir
la imagen de su Hijo, para que fuera él el primogénito entre muchos
hermanos; y a los que predestinó, a ésos también los justicó; a los
que justicó, a ésos también los gloricó» (Rm 8:29-30)” (Congrega-
ción para la Doctrina de la Fe, 2000, n. 11). En la conclusión, la De-
claración Dominus Iesus recuerda la enseñanza del Concilio Vaticano
II: “Los Padres del Concilio Vaticano II, al tratar el tema de la ver-
dadera religión, han armado: «Creemos que esta única y verdadera
religión subsiste en la Iglesia Católica y Apostólica, a la cual el Señor
Jesús conó la misión de difundirla a todos los hombres, diciendo a
los Apóstoles: «Id, pues, y enseñad a todas las gentes, bautizándolas
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a
observar todo cuanto yo os he mandado» (Mt 28:19-20). Por su parte,
todos los hombres están obligados a buscar la verdad, sobre todo en
lo que se reere a Dios y a su Iglesia, y, una vez conocida, a abrazarla
y practicarla» (DH, n. 1)” (Congregación para la Doctrina de la Fe,
2000, n. 23).
6° “Los cristianos son llamados a ser la luz del mundo (cf AA 13)”:
luz del mundo como dice Jesús de Sí mismo en Jn 8:12 y lámpara
(Mt 5:15; Mc 4:21; Lc 8:16; 11:33) en los Evangelios sinópticos. Podría
consignarse una iluminación que se sigue de la predicación de la Pa-
labra de Dios y otra de la coherencia de vida conforme a la misma, en
particular en lo que se reere al espíritu evangélico.
7° La Iglesia maniesta así la realeza de Cristo sobre toda la crea-
ción y, en particular, sobre las sociedades humanas (cf. León XIII,