
128 Filópolis en Cristo N° 5 (2025) 127-136
ISSNL 3008-8844
Julio Söchting Herrera, OP
En la encíclica Spe Salvi (2007), el papa Benedicto XVI establece
una pregunta que sirve como base para exponer, una vez más y con
una nueva profundidad, su teología de la historia: ¿es individualista
la esperanza cristiana? (cf. SS, nn. 13-23)2.
El hecho que la hace signicativa y problemática es que la bien-
aventuranza eterna es el objeto propio y principal de la virtud de la
esperanza3. Y ésta es un don individual4. Es verdad que hemos sido
convocados en la Iglesia y que en su fe, esperanza y caridad somos
salvados5. Pero no existe una especie de salvación colectiva entendi-
2
“En los tiempos modernos se ha desencadenado una crítica cada vez más dura contra este
tipo de esperanza: consistiría en puro individualismo, que habría abandonado el mundo a su
miseria y se habría amparado en una salvación eterna exclusivamente privada” (Benedicto
XVI, Carta Encíclica Spe Salvi sobre la esperanza cristiana, 30 de noviembre de 2007, n. 13,
en adelante SS y el número. https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/encyclicals/docu-
ments/hf_ben-xvi_enc_20071130_spe-salvi.html).
3
“Como hemos expuesto (a. 1), la esperanza de que tratamos alcanza a Dios apoyándose en
su auxilio para conseguir el bien esperado. Ahora bien, entre el efecto y la causa debe haber
proporción, y por eso el bien que propia y principalmente debemos esperar de Dios es un bien
innito proporcionado al poder de Dios que ayuda, ya que es propio del poder innito llevar
al bien innito, y este bien es la vida eterna, que consiste en la fruición del mismo Dios. En
efecto, de Dios no se puede esperar un bien menor que Él, ya que la bondad por la que comu-
nica bienes a sus criaturas no es menor que su esencia. Por eso el objeto propio y principal de
la esperanza es la bienaventuranza eterna” (ST II-II, q. 17, a. 2, resp.)
4
Cf. ST I-II, q. 3, a. 3 donde se sostiene que la bienaventuranza es una operación más del
entendimiento especulativo que del práctico que consiste en la contemplación de la esencia
divina, cf. q. 3, a.8: Además, cf. ST I-II, q. 2, a. 8 y III, q. 9, a. 2.
5
“La salvación que, por iniciativa de Dios Padre, se ofrece en Jesucristo y se actualiza y difunde
por obra del Espíritu Santo, es salvación para todos los hombres y de todo el hombre: es salva-
ción universal e integral. Concierne a la persona humana en todas sus dimensiones: personal y
social, espiritual y corpórea, histórica y trascendente. Comienza a realizarse ya en la historia,
porque lo creado es bueno y querido por Dios y porque el Hijo de Dios se ha hecho uno de
nosotros. Pero su cumplimiento tendrá lugar en el futuro que Dios nos reserva, cuando junto
con toda la creación (cf. Rm8), seremos llamados a participar en la resurrección de Cristo y
en la comunión eterna de vida con el Padre, en el gozo del Espíritu Santo. Esta perspectiva
indica precisamente el error y el engaño de las visiones puramente inmanentistas del sentido
de la esperanza social en particular y de la
Doctrina Social de la Iglesia en general.
Palabras clave: Esperanza, Caridad, To-
más de Aquino, Suma de Teología, Doctri-
na Social de la Iglesia.
lar and of the Social Doctrine of the
Church in general.
Keywords: Hope, Charity, Thomas
Aquinas, Summa Theologica, Social
Doctrine of the Church.