152 Filópolis en Cristo N° 3 (2024) 141-153
ISSNL 3008-8844
Enrique Shaw
- La devoción al Espíritu Santo.
- El recurso lial al Sagrado Corazón de Jesús.
- Veneración a la Bienaventurada Virgen María.
- Piedad sincera hacia los ángeles y los santos.
Dios ha dado en todos los tiempos a su Iglesia los medios apropia-
dos para combatir los peligros especiales de cada época. Los actuales
son los movimientos eucarísticos, litúrgicos, bíblicos, los de la Acción
Católica y otras organizaciones, y los retiros espirituales.
Tener presente que acá abajo vale más amar a Dios que conocerle,
aunque, claro está, no se puede amar lo que no se conoce, y que se-
remos juzgados por lo que hemos amado, no por lo que hemos leído.
Como dice San Alfonso, la suma de toda la perfección está encerra-
da en estas palabras: “Señor, ¿qué quieres que haga?”
En resumen, lo que importa es trabajar con alegría, hora por hora,
día por día, para hacer nuestra alma más buena, más animosa, más
unida a la voluntad de Dios.
Todos los trabajos legítimos y obligatorios deben ser cumplidos
puntualmente por numerosos que sean y por mucho que puedan
distraer, pues si se realizan con la intención de obedecer la volun-
tad de Dios al cumplirlos, no obstaculizan en nada nuestra unión
con Dios.
Prácticas de vida espiritual2
- Diariamente: oraciones por la mañana. Ofrecimiento de las
obras del día. Ir a Misa. Al menos unirme a Jesús en ella y al
ocio divino para ofrecer tributo de alabanza. Rezar el Rosario.
Pedirle a la Virgen que supla mis deciencias. Hacer la medita-
ción, hacer la visita al Santísimo (si fuera posible).
2
Enrique tenía un esquema nal sintético con su plan de vida en una libreta que
constantemente llevaba en un bolsillo. Muchos atestiguaron en sus testimonios cómo
concretó sus propósitos. Había varias versiones, estas son las últimas que se encon-
traron. El texto fue publicado en Critto, Adolfo, Enrique Shaw: Notas y apuntes per-
sonales, p. 76.