Filópolis en Cristo N° 3 (2024) 93-100
ISSNL 3008-8844
¿La vida es un regalo o un problema?
Is life a gift or a problem?
Juan Esteban Alonso
Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino
Universidad Nacional de Tucumán
juan.alonso@unsta.edu.ar
Dios nos da el regalo de la vida, nos pensó desde una eternidad,
nos conoce desde antes de nacer y sabe hasta cuántos cabellos tene-
mos en nuestra cabeza. Así lo dice el Apóstol Santiago en su Epís-
tola:
Hermanos muy queridos, no se equivoquen: son las cosas buenas
y los dones perfectos los que proceden de lo alto y descienden del
Padre que es Luz; allí no retornan las noches ni pasan las som-
bras. Muy libremente nos dio vida y nos hizo hijos suyos mediante
la palabra de la verdad, para que fuéramos la or de su creación.
(1:16-18)
Lo sabe todo, sabe lo que necesitamos antes de que se lo pidamos,
pero, sobre todo, y es lo más importante, nos ama. Por eso nos ben-
dice día tras día con sus regalos. La vida es sin duda Su regalo más
grande y por tanto debemos apreciarla y respetarla.
Los Papas lo reejan en estas reexiones:
- “Respetando las fuentes de la vida humana, nos reconocemos ad-
ministradores del plan establecido por el Creador” (San Pablo VI).
- “Cuán inmensa es la dignidad que Dios nos ha conferido” (San
Juan Pablo II).
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- “El deber de respetar la dignidad de cada ser humano, comporta
como consecuencia que no se puede disponer libremente de la per-
sona” (Benedicto XVI).
- “Él nos ha creado no como objetos, sino como personas amadas y
capaces de amar, donando al hombre una dignidad única” (Fran-
cisco).
Toda persona recibe el regalo de la vida y está hecha a imagen y se-
mejanza de Dios y como consecuencia directa de ello debe ser tratada
con la máxima dignidad y respeto, desde el momento de la fecunda-
ción hasta la muerte natural.
Entendemos por dignidad reconocer al otro, ponerse en su piel y
tratarlo como un igual. Por ello:
Debe reconocérsele derechos, aunque él no lo sepa, aunque no sea
consciente por su vulnerabilidad, su fragilidad, su estado de depen-
dencia crónica, su incipiente desarrollo: sujeto de derechos.
Es un ser de valor innito, de valor incalculable, no tiene precio,
no está en el mercado, no se puede comprar ni vender, o que no debe-
ría poderse comprar y vender.
Que debe ser tratado como un n en mismo y nunca únicamente
como un instrumento.
Se merece respeto, también referido a su trato: una mirada atenta,
que no es ni invasiva ni indiferente.
Es un ser íntegro, por ello se lo debe tratar respetando esa uni-
cidad. Velar para que pueda crecer y desarrollarse en todas sus di-
mensiones.
Por ende, nadie tiene derecho a tratar indignamente al otro y
menos violar la santidad de su vida. Nadie es libre de decidir que
la vida de una persona es innecesaria o que un grupo de personas
es inferior y, por tanto, prescindible o que una vida vale más que
otra.
Pero parece que estas verdades no son aceptadas hoy por un mun-
do cada vez más lejos de Dios y así llegan a la conclusión de que la
vida es un problema. Solo a modo de muestra, presentamos el pensa-
miento de algunos autores, no necesariamente actuales, con respecto
a que la vida de algunos es un obstáculo.
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¿La vida es un regalo o un problema?
“El hombre no llegará a ser inmortal, pero, ¿no puede incremen-
tarse constantemente el lapso entre el momento en que comienza
a vivir y el tiempo en que, naturalmente, encuentra la vida como
una carga?”
Nicolás de Condorcet
“El principio Benecencia Procreativa plantea que: […] Las pare-
jas (o los individuos) deben elegir el hijo, entre todos los posibles
hijos que podrían tener, que sea esperable que tenga la mejor vida
posible, o al menos una vida tan buena como la de los demás, en
base a la información disponible”.
Julian Savulescu
“Los padres tienen una responsabilidad moral de recurrir a la me-
dicina genética y al diagnóstico de embriones, siempre que sean
seguros y efectivos, para generar un hijo sano, feliz y con talen-
tos múltiples. De manera similar, si nosotros o nuestros descen-
dientes algún día logramos convertirnos, en lo que respecta a los
estándares actuales, en algo que podemos llamar posthumanos,
tampoco es necesario que esto signique una pérdida de dignidad
[…] una dignidad poshumana”.
Nick Bostrom
Las posturas anteriormente citadas producen consecuencias dañi-
nas a la persona y su vida. Su dignidad entra en conicto:
“La conciencia misma de ser ‘persona’ (es decir, ‘sujeto’) se diluye
en aquel que se ve a sí mismo, ya no como el fruto de un don ine-
fable y gratuito, sino como un ‘producto’ resultante de una se-
lección deliberada hecha por terceros y en la que él ha resultado
favorecido por la sola circunstancia de que poseía ciertas cuali-
dades”.
Roberto Andorno
El 8 de abril del 2024, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe pre-
sentó la Declaración Dignitas innita sobre la dignidad humana r-
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mado por el Cardenal Víctor Fernández y aprobado por el Santo Pa-
dre Francisco. La nalidad del documento es proclamar la dignidad
humana, abordando algunas cuestiones graves, presentadas como
Violaciones graves de la dignidad humana.
Ello queda expuesto en el n. 2 de la Declaración:
Al conmemorar el 75 aniversario de este Documento [la Decla-
ración Universal de Derechos Humanos], la Iglesia ve la opor-
tunidad de proclamar una vez más su convicción de que, creado
por Dios y redimido por Cristo, todo ser humano debe ser re-
conocido y tratado con respeto y amor, precisamente por su di-
gnidad inalienable. El mencionado aniversario ofrece también a
la Iglesia la oportunidad de aclarar algunos malentendidos que
surgen a menudo en torno a la dignidad humana y de abordar
algunas cuestiones concretas, graves y urgentes, relacionadas
con ella.
En el caso del aborto, cuando fue consagrado en Francia como un
derecho constitucional la enmienda estableció que en ese país existe
una “libertad garantizada” para abortar; que es un derecho tranqui-
lizador para un “tipo” de dicultad y en contra de una moral oscura
y retrógrada.
El documento ponticio remarca: Merece mencionarse aquí el
compromiso generoso y valiente de santa Teresa de Calcuta en de-
fensa de todo concebido”. Para recordar uno de tantos discursos de la
Santa presentamos este párrafo:
Si aceptamos que una madre puede asesinar a su propio hijo,
¿cómo podemos decirles a los demás que no se maten unos a
otros? ¿Cómo podemos convencer a una mujer de no tener un
aborto? Como en todo, debemos persuadirla con amor y recorde-
mos que amar signica dar hasta que duela. Jesús dio hasta su
vida por amarnos. Así que la madre que esté pensando en abortar,
debe ser ayudada a amar, o sea, a dar hasta que le duelan sus pla-
nes, o su tiempo libre, para que respete la vida de su hijo. Porque el
niño es el mayor regalo de Dios a la familia, porque ha sido creado
para amar y ser amado.
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El mayor regalo que Dios le ha dado a nuestra congregación es
luchar contra el aborto mediante la adopción. Ya hemos dado,
sólo en nuestro hogar en Calcuta, más de tres mil niños en adop-
ción. Y puedo decirles cuánta alegría, cuánto amor y cuánta paz
han llevado estos niños a esas familias. Ha sido un verdadero
regalo de Dios para ellos y para nosotros. (Discurso íntegro de
la Madre Teresa de Calcuta en el Desayuno de Oración Nacional
de 1994)
En cuanto a la maternidad subrogada hacemos hincapié en algu-
nos aspectos: se usa a una mujer vulnerable para aliviar problemas
económicos.
Destacamos como “ganancias por esta práctica” en 2018:
6.000.000.000 u$s; en 2025: 27.000.000.000 u$s. El costo de la
práctica: 150.000 u$s. A la mujer gestante se le paga 20.000 u$s.
Ante esta realidad el Papa Francisco nos dice: “Un hijo es siempre
un don y nunca el objeto de un contrato. Por ello, hago un llamamien-
to para que la Comunidad internacional se comprometa a prohibir
universalmente esta práctica” (Dignitas innita, n. 48).
Otro tema grave que trata el documento es la eutanasia y el suici-
dio asistido. Estos actos se presentan como un derecho en una per-
sona que no puede esperar más por los dolores, sus angustias y por
su falta de esperanza ante un diagnóstico de enfermedad terminal.
Debido a la mala calidad de vida, esta persona o bien sus familiares
directos exigen el procedimiento y, por ende, debe tomarse una deci-
sión rápida.
Ante esta realidad el Papa Francisco contesta:
Debemos acompañar a la muerte, pero no provocar la muerte o
ayudar cualquier forma de suicidio. Recuerdo que se debe privile-
giar siempre el derecho al cuidado y al cuidado para todos, para
que los más débiles, en particular los ancianos y los enfermos,
nunca sean descartados. La vida es un derecho, no la muerte, que
debe ser acogida, no suministrada. Y este principio ético concierne
a todos, no solo a los cristianos o a los creyentes. (Audiencia gene-
ral, 9 de febrero de 2022)
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Al descarte de las personas con discapacidad el Papa lo llama aten-
tado contra la humanidad contrariando a algunos cientícos como
Savulescu, representante del pensamiento transhumanista, que plan-
tea: “Es mejor traer a la vida a un niño sin discapacidad que a otro con
una discapacidad severa, porque esto apunta a un mundo mejor en
un sentido impersonal” (citado en Laerriere 2021, p. 336).
Ante esta terrible realidad recordamos a nuestro querido Benedic-
to XVI (2006):
El interés principal de las intervenciones de la Iglesia Católica en la
vida pública se centra en la protección y la promoción de la dignidad
de la persona y por ello presta particular atención a los principios
que no son negociables.
Entre éstos, hoy emergen claramente los siguientes:
- Protección de la vida en todas sus fases, desde el primer
momento de su concepción hasta su muerte natural;
- Reconocimiento y promoción de la estructura natural de la
familia, como una unión entre un hombre y una mujer basada
en el matrimonio;
- La protección del derecho de los padres a educar a sus hijos.
Estos principios no son verdades de fe, aunque estén iluminados
y conrmados por la fe; están inscritos en la naturaleza humana,
y por lo tanto son comunes a toda la humanidad. La acción de la
Iglesia en su promoción no es por lo tanto de carácter confesional,
sino que se dirige a todas las personas, independientemente de su
aliación religiosa (Benedicto XVI, 2006).
Y Francisco nos enseña, en su audiencia general celebrada en abril
de 2024, cómo defender estos principios:
Moderación: “reclamar los valores no negociables” así como “los
principios absolutos” pero solo a través de la Templanza. Una virtud
que “ayuda a controlar nuestras palabras y nuestras acciones para
evitar conictos innecesarios y promover la paz en nuestra sociedad”.
Escucha: “nada es más incómodo que corregir a otro, pero tam-
bién sabe que es necesario: de lo contrario, se daría libre campo al
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mal. En ciertos casos, el temperante logra unir los extremos: arma
los principios absolutos, reclama los valores no negociables, pero
también sabe comprender a las personas y muestra empatía por
ellas”.
Reexión nal
“Quien salva una vida, salva al universo entero”. Es la frase que
lleva inscrita la Medalla de los Justos, la cual recuerda una frase del
Talmud que representa la fe en la humanidad.
Es nuestro ineludible compromiso. Allí donde veamos que hay
una vida en juego por aborto o eutanasia, tenemos que ser la voz
de aquel que está en peligro. De a uno, no importa, una a una esas
vidas que no se perderán luego serán los testimonios más valederos
para, con la ayuda de Dios, revertir esta cultura de la muerte que
ya alertó nuestro recordado San Juan Pablo II. En su Evangelium
Vitae nos exhorta en el n. 42 “defender y promover, respetar y amar
la vida es una tarea que Dios confía a cada hombre”, y, apoyándose
en el Génesis:
“A cada uno pediré cuentas de la vida de su hermano” (Gn 9:5).
Pues bien, esta es la misión, el compromiso, la tarea diaria, cada
uno en el lugar que esté que, en denitiva, es donde Dios nos quiso y
nos puso.
Referencias
Benedicto XVI. (29 de marzo de 2006). Discurso a los participan-
tes en un congreso promovido por el Partido Popular Europeo.
Zenit. https://es.zenit.org/2006/03/30/benedicto-xvi-expone-
los-principios-que-no-son-negociables-para-la-iglesia-en-la-vida-
publica/
Dicasterio para la Doctrina de la fe. (2024). Declaración Dignitas in-
nita sobre la dignidad humana. https://press.vatican.va/content/
salastampa/es/bollettino/pubblico/2024/04/08/080424c.html
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Juan Esteban Alonso
Francisco. (17 de abril de 2024). Audiencia general. https://www.
vatican.va/content/francesco/es/events/event.dir.html/content/
vaticanevents/es/2024/4/17/udienza-generale.html
Francisco. (9 de febrero de 2022). Audiencia general. https://
www.vatican.va/content/francesco/es/audiences/2022/
documents/20220209-udienza-generale.html
Laerriere, J.-N. (2021). Transhumanismo, regulación de las tecnolo-
gías reproductivas y dignidad humana. Persona y Derecho, 1(84),
329-346. https://doi.org/10.15581/011.84.015
Santa Teresa de Calcuta. (3 de febrero de 1994). “Lo que hagas…”.
Discurso de Madre Teresa de Calcutta en el desayuno de Oración
Nacional. Priests for Life. https://www.priestsforlife.org/mother-
teresa/breakfast-letter-sp.aspx#:~:text=OH%20Divino%20
Maestro%2C%20perm%C3%ADteme%20no,en%20venir%20
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