26 Filópolis en Cristo. Nº 2 (2024),23-34
La enseñanza del Magisterio de la Iglesia
del planeta (Laudato si, nn. 102-114). La misma suerte pueden correr
los instrumentos tecnológicos. Solamente si se garantiza su vocación
al servicio de lo humano, los instrumentos tecnológicos revelarán no
sólo la grandeza y la dignidad única del ser humano, sino también el
mandato que este último ha recibido de “cultivar y cuidar” el planeta y
todos sus habitantes (Gn 2:15). Hablar de tecnología es hablar de lo que
signica ser humanos y, por tanto, de nuestra condición única entre
libertad y responsabilidad, es decir, signica hablar de ética.
De hecho, cuando nuestros antepasados alaron piedras de sílex
para hacer cuchillos, los usaron tanto para cortar pieles para vestir-
se como para eliminarse entre sí. Lo mismo podría decirse de otras
tecnologías mucho más avanzadas, como la energía producida por la
fusión de los átomos, como ocurre en el Sol, que podría utilizarse para
producir energía limpia y renovable, pero también para reducir nues-
tro planeta a cenizas.
Pero la inteligencia articial es una herramienta aún más compleja.
Yo diría que es una herramienta sui generis. Así, mientras que el uso de
una herramienta simple -como un cuchillo- está bajo el control del ser
humano que lo utiliza y su buen uso depende sólo de él, la inteligencia
articial, en cambio, puede adaptarse de forma autónoma a la tarea
que se le asigne y, si se diseña de esa manera, podría tomar decisiones
independientemente del ser humano para alcanzar el objetivo jado5.
Conviene recordar siempre que la máquina puede, en algunas for-
mas y con estos nuevos medios, elegir por medio de algoritmos. Lo que
hace la máquina es una elección técnica entre varias posibilidades y
se basa en criterios bien denidos o en inferencias estadísticas. El ser
humano, en cambio, no sólo elige, sino que en su corazón es capaz de
decidir. La decisión es un elemento que podríamos denir el más estra-
tégico de una elección y requiere una evaluación práctica. A veces, fre-
cuentemente en la difícil tarea de gobernar, también estamos llamados
a decidir con consecuencias para muchas personas. Desde siempre la
reexión humana habla a este propósito de sabiduría, la phrónesis de
la losofía griega y, al menos en parte, la sabiduría de la Sagrada Escri-
tura. Frente a los prodigios de las máquinas, que parecen saber elegir
5
Cf. Francisco, Mensaje para la 57 Jornada Mundial de la Paz (1 enero 2024), 3.