Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el
neurodesarrollo en los adolescentes
Relationship between drug consumption and
neurodevelopment in adolescents
Ana Esther Campos
Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino
anaesthercampos999@gmail.com
ORCID:https://orcid.org/0009-0004-6036-6191
Teresita del Rosario Martínez
Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino
teresitamard@gmail.com
ORCID:https://orcid.org/0009-0005-5857-4319
Candela Medina
Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino
caandemedinaa@gmail.com
Resumen: Cuando nos referimos a la adoles-
cencia, nos sumergimos en un mundo com-
plejo, ligado a múltiples cambios, experiencias,
sentimientos, emociones, toma de decisiones y
todo lo que conlleva al desarrollo de la perso-
na. Este trabajo tiene como objetivo primordial
abordar las consecuencias en el neurodesarro-
llo de los adolescentes provocados por el con-
sumo de drogas y concientizar sobre la escasa
difusión y accionar por parte de las autoridades
educativas. Los adolescentes son uno de los
grupos más vulnerables ante el consumo de es-
tupefacientes, y se encuentran cada vez más ex-
puestos al alcohol y las drogas, y el consumo de
esas sustancias termina provocando un efecto
nocivo, tanto en el aspecto físico, neurológico,
psicológico y social. La rebeldía, impulsividad
emocional y antipatía que caracterizan a los
adolescentes, son llamados de atención a tener
Abstract: When we refer to adolescence,
we immerse ourselves in a complex world,
linked to multiple changes, experiences,
feelings, emotions, decision-making, and
everything that leads to the development of
the individual. is work aims primarily to
address the consequences in the neurode-
velopment of adolescents caused by drug
consumption and raise awareness about the
limited dissemination and action by educa-
tional authorities. Adolescents are one of the
most vulnerable groups to drug consump-
tion, and they are increasingly exposed to
alcohol and drugs. e consumption of these
substances ends up causing harmful eects,
both physically, neurologically, psychologi-
cally, and socially. e rebellion, emotional
impulsivity, and antipathy that characterize
adolescents are attention-grabbing aspects to
96 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
en cuenta al momento de planicar estrategias
de enseñanza en el aula. El rol de la familia y
la escuela es fundamental ante la expansión de
las adicciones. Como educadoras trataremos
de mejorar la contención al adolescente brin-
dándoles los conocimientos para que puedan
detectar y entender las situaciones de riesgo en
su entorno y decidir responsablemente.
Palabras claves: adolescencia, consumo de
drogas, neurodesarrollo, rol de la institución,
rol docente.
consider when planning teaching strategies
in the classroom. e role of the family and
the school is crucial in the face of the spread
of addictions. As educators, we will strive to
improve the support for adolescents by pro-
viding them with the knowledge to detect
and understand risky situations in their en-
vironment and make responsible decisions.
Keywords: adolescence, drug consump-
tion, neurodevelopment, institutional role,
teacher’s role.
Introducción
Cuando nos referimos a la adolescencia nos sumergimos en un mundo
complejo ligado a múltiples cambios, experiencias, sentimientos, emociones,
toma de decisiones y todo lo que conlleva al desarrollo de la persona.
Este trabajo tiene como objetivo primordial abordar las consecuencias en
el neurodesarrollo de los adolescentes provocados por el consumo de drogas.
Los adolescentes son uno de los grupos más vulnerables ante el consumo
de estupefacientes, y se encuentran cada vez más expuestos al alcohol y las
drogas, por lo tanto, el consumo de esas sustancias termina provocando un
efecto nocivo, tanto en el aspecto físico, neurológico, psicológico y social.
La rebeldía, impulsividad emocional y antipatía que caracterizan a los
adolescentes, son llamados de atención a tener en cuenta al momento de pla-
nicar estrategias de enseñanza en el aula. El rol de la familia y la escuela es
fundamental ante la expansión de las adicciones, que responde a una tenden-
cia social asociada a fenómenos muy complejos entre los cuales se encuentra
la falta de expectativa y de esperanza en el futuro.
En este trabajo queremos concientizar sobre la escasa difusión y el poco
accionar calicado por parte de las autoridades educativas. Desde nuestro
lugar como educadoras trataremos de mejorar la asistencia y contención al
adolescente brindándoles los conocimientos adecuados para que puedan de-
tectar y entender las situaciones de riesgo en su entorno (social, educativo y
familiar) y decidir responsablemente, procurando de esta manera mejoras en
el sistema educativo orientadas al desarrollo integral del alumno.
97
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
Cerebro: anatomía, ubicación y funciones
El cerebro se encuentra en el cráneo y es el órgano más importante del
cuerpo humano, equivale del 2 % al 3 % de la masa total y consume el 30 %
de la energía metabólica. Anatómicamente es un órgano pequeño, el peso
promedio del cerebro de un adulto varía entre 1300 y 1500 gramos, las célu-
las que lo componen se llaman neuronas (G9 Divulgación Cientíca, 2020).
Es el organizador del sistema nervioso, encargado de recibir los estímu-
los que llegan tanto del exterior (a través de los sentidos) como del interior
(preconceptos, ideas, valores, etcétera). La unidad funcional de este siste-
ma se llama neurona, que convierte los estímulos en impulsos nerviosos y
los transmite a otra neurona pare generar una respuesta (miedo, peligro,
felicidad, etc.). El proceso por medio del cual las neuronas se comunican
y transmiten información, se llama sinapsis (G9 Divulgación Cientíca,
2020).
El cerebro se divide en dos partes, hemisferio izquierdo y hemisferio de-
recho unidos por el cuerpo calloso, que funciona como puente comunicando
ambos hemisferios y transportando la información entre ellos. La supercie
de los hemisferios está cubierta por la corteza cerebral, que por su gran tama-
ño se pliega sobre sí misma, generando aspecto arrugado y formando de esta
manera cuatro lóbulos; cada uno cumple una función y se interrelacionan
para el procesamiento de los datos que recibe:
Lóbulo frontal: procesamiento de funciones cognitivas como la planicación,
coordinación, ejecución y control del comportamiento. Mitiga el com-
portamiento instintivo e impulsivo y aporta racionalidad y coherencia a
la conducta.
Lóbulo temporal: establecimiento de metas, audición, memoria, el recuerdo,
lenguaje y regulación de las emociones. El hipocampoy la memoria. El
hipocampo se ubica al interior del lóbulo temporal.
Lóbulo parietal: procesa información sensorial que llega desde distintas par-
tes del organismo, tacto, presión, temperatura. Integración de la informa-
ción visual proveniente del lóbulo occipital.
Lóbulo occipital: sistema visual, reconocimiento espacio-temporal (G9 Di-
vulgación Cientíca, 2020).
98 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
Cerebro adolescente
La Organización Mundial de la Salud dene a la adolescencia como “la
etapa de crecimiento que se produce después de la niñez y antes de la edad
adulta, entre los 10 y 19 años. (UNICEF, s.f.)
El cerebro humano durante esta fase de crecimiento realiza una serie
de modicaciones necesarias y fundamentales en el proceso de enseñan-
za-aprendizaje. Se producen importantes cambios biológicos, hormona-
les, psicológicos, físicos, sociales y psicosociales. ¿Por qué los adolescentes
parecen no escuchar lo que se les habla? ¿Por qué son tan torpes? ¿Por qué
son tan desaantes? ¿Por qué tienen sueño todo el tiempo? ¿Por qué son tan
importantes sus amigos? ¿Por qué no confía en los adultos? Estos son algunos
de los interrogantes que se plantean frecuentemente los padres y educadores
de adolescentes.
El cerebro alcanza su mayor tamaño en la adolescencia temprana, luego
trabaja en anar su funcionamiento. Termina su desarrollo y maduración
entre los 25 y 30 años. La corteza prefrontal es una de las últimas partes en
madurar. Esta área es responsable de habilidades como planicar, establecer
prioridades y tomar buenas decisiones (NIMH, 2023). El inmaduro desa-
rrollo de la corteza prefrontal trae como consecuencia que se corran riesgos
excesivos y se tomen decisiones apresuradas poco convenientes.
Las hormonas del sistema límbico juegan un papel fundamental en la res-
puesta a los estímulos externos, que el cerebro traduce en miedos, felicidad,
angustia, enojo y tristeza, esto a n de comprender la inestabilidad emocional
de los adolescentes.
Podemos señalar que las distintas dimensiones o niveles de entendi-
miento del cerebro adolescente conforman una estructura altamente
sensible, a la experiencia y a los distintos estímulos externos, entre el-
los los químicos, y por lo tanto altamente vulnerable a la instalación de
Consumos Problemáticos o Consumos Adictivos de alcohol, tabaco
y/o sustancias ilícitas, con cualquier tipo de consumo; pues dependerá
además del efecto de la droga y de la mayor vulnerabilidad del sujeto.
Con todos los antecedentes expuestos, es claro señalar que no todo
consumo en un adolescente es problemático, pero sí es imprescindible
99
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
pensar que todo consumo en esta etapa y en estos sujetos adolescentes
es de Alto Riesgo (Maturana, 2011, p. 109).
Como lo vimos hasta aquí, el cerebro está en una continua revolución,
lo que provoca adolescentes vulnerables, sensibles al extremo, somnolientos,
agresivos, sumamente curiosos, apasionados, egocéntricos que sobrevaloran
la opinión de su grupo de amigos por sobre la de su familia. Ante cualquier
situación toman la decisión que su grupo calica como la valiente o cool, la
cual no siempre es la más saludable y adecuada para su etapa de crecimiento.
La puerta de entrada al consumo de drogas es atrayente, tienden al peligro en
todas sus elecciones, por ese motivo es fundamental el rol de la escuela en in-
formarlos para que comprendan que el consumo de alcohol y drogas produce
graves alteraciones en el cuerpo: la regulación de los neurotransmisores y su
conexión molecular se modica, provocando un funcionamiento defectuoso
del sistema nervioso central que los afecta de manera permanente.
El cerebro se modica: Neuroplasticidad,
Neurociencia y Neuroeducación
Un bebé cuenta al nacer con un total de ochenta y cinco mil millones de
neuronas. La diferencia con el cerebro de un adulto y el de un niño, es que el
adulto habrá desarrollado miles de conexiones o enlaces electroquímicos de
esas neuronas, enlaces llamados sinapsis. Cuando nacemos, esas redes neuro-
nales son pocas, pero con el tiempo algunas se irán ampliando, otras se man-
tendrán y también se crearán nuevas gracias a un fenómeno que se conoce con
el nombre de neuroplasticidad. “La poda neuronal (o destrucción de sinapsis
neuronales) es el proceso mediante el cual se eliminan las sinapsis adicionales,
lo que sirve para incrementar la eciencia de la red neuronal” (Gamma Knife,
s.f.). Este proceso se realiza en la adolescencia e implica eliminar las conexiones
neuronales que no se utilizan y está íntimamente ligado al proceso enseñan-
za aprendizaje, ya que la materia prima del aprendizaje es el cerebro. Así arri-
bamos a uno de los ejes fundamentales en esta investigación: la importancia
de un cerebro libre de sustancias tóxicas en la adolescencia para un desarrollo
pleno. “La investigación neurocientíca sugiere que las capacidades humanas,
dependen de la arquitectura de las redes neuronales, la cual se relaciona con el
espacio donde se desarrolla el cerebro y depende de la estimulación del medio,
100 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
moldeando cada estructura” (Dzib-Goodin, 2013, p. 84). El papel de la familia
y la escuela es primordial para que el adolescente se sienta escuchado y com-
prendido ante las problemáticas que pueda exteriorizar y también para que sea
capaz de entender aquellas que aún no puede expresar.
El éxito de los procesos de enseñanza y aprendizaje en la adolescencia
radica en generar interés en aprender, buscar despertar la pasión y curiosidad
por aprender, aprovechando que estos deseos están a or de piel. Este camino
puede ser emprendido por medio de la Neuroeducación, que es una discipli-
na que estudia cómo funciona el cerebro durante el proceso de enseñanza y
aprendizaje. Francisco Mora, doctor en Neurociencia y catedrático de Fisio-
logía Humana, arma que “no hay conocimiento sin emoción” (Educación
3.0, s.f.); así llegamos al planteo de una idea fundamental, que es educar en
las emociones y qué mejor oportunidad que la adolescencia, ya que los datos
que tiene que procesar e interpretar el cerebro con la nalidad de eliminar,
mejorar y construir redes neuronales son los adecuados para favorecer un
desarrollo más eciente y efectivo. Está comprobado que cuando un alumno
sabe cómo aprende, y se siente estimulado, aprende mejor.
Es valioso el aporte de la Neuroeducación en las aulas para favorecer el
desarrollo integral del alumno, ya que otorga herramientas para planicar
estrategias adecuadas a las necesidades de esta etapa, logrando que el ado-
lescente se convierta en un adulto capaz de cumplir sus propósitos de vida.
Drogas: concepto. Indicadores
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dene a las drogas como
Toda sustancia terapéutica o no que, introducida en el organismo por
cualquiera de los mecanismos clásicos (inhalación de vapores o humo,
ingestión, fricciones) o nuevos (endovenoso) de administración de los
medicamentos o sustancias, es capaz de actuar sobre el sistema nervio-
so central del individuo provocando una alteración psíquica o intelec-
tual. (Ciruzzi, 2016, p. 1)
La OMS dene, asimismo, que una adicción “es unaenfermedad física y
psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia,
actividad o relación” (Comunidad Madrid, s.f.). Y determina, además, que el
101
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
consumidor es la persona que introduce a su organismo una droga, existien-
do dos tipos de consumidores:
Consumidor ocasional: es la persona que consume alguna vez algún tipo
de droga, sin ninguna periodicidad, caracterizándose como un consumi-
dor irregular.
Consumidor habitual: es la persona que consume droga con frecuencia,
considerándose este como el consumo que se da en período de tiempos
cortos (Vera Villao, 2015, p. 18).
¿Cómo identicar que una persona es consumidora?
Dilatación de pupilas
Pérdida de saliva
Ojos achinados
Descuido en el aseo personal
Uñas amarillas
Pérdida de peso
Pérdida de dinero en el hogar
Venta de sus artículos personales y que en algún momento fueron consi-
derados como muy valiosos para las personas consumidoras.
Percibir olores en sus prendas de vestir, como hierba quemada relacionada
al uso de marihuana, o chicle quemado deduciendo el consumo de cocaína.
Para las personas que consumen cocaína se reeja su efecto en su conduc-
ta paranoica (Vera Villao, 2015, pp. 15-16).
Tipos de drogas. Causas. Consecuencias
Según arma Rodríguez Puente (2012)
El consumo de drogas es un problema de salud pública a nivel mu-
ndial que ha aumentado en los últimos veinte años, y es una de las
causas principales que perturban la vida en comunidades y alteran la
convivencia en las familias y la sociedad (p. 1).
El consumo de alcohol y tabaco como drogas lícitas representan un grave
problema para los sistemas de salud en el mundo (Villegas Pantoja et al., 2014).
102 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
De las investigaciones realizadas se desprende que el riesgo de iniciación
en el abuso de sustancias es más acusado en el período de la adolescencia
temprana (12 a 14 años) y tardía (15 a 17 años), y que el abuso de sustancias
llega a su auge en las personas de 18 a 25 años.
Estudios realizados a estudiantes de 13 a 18 años de forma anónima, com-
puestos por un cuestionario de 101 preguntas en el continente europeo, demues-
tran cómo el consumo de alcohol, tabaco y drogas inuyen en el rendimiento
escolar, tiempo libre, relaciones con los demás, alimentación y sexualidad.
El ausentismo escolar presenta una estrecha relación con el consumo/
no consumo. Así, cuanto menos se falta a clases, más probabilidades
se tienen de no consumir. Las probabilidades de no consumir entre los
que no han faltado ningún día en el último mes y aquellos otros que
han faltado tres días, se duplican. Del mismo modo, es relevante la va-
riable rendimiento escolar. Aquellos estudiantes que no han repetido
ningún curso muestran tres veces más probabilidades de no consumir
que aquellos otros que han repetido dos (Maturana, 2011, p. 105).
A continuación, realizaremos una clasicación de los tipos de drogas en
función de los efectos que generan a nivel siológico:
Depresoras: aquellas que deprimen la actividad del sistema nervioso cen-
tral como el cannabis, marihuana, hashish tienen efectos de relajación,
somnolencia, euforia; pero varían en cada individuo y acarrea el peligro
en la capacidad de reacción y coordinación, ya que se encuentran altera-
das y producen trastornos mentales. Otra droga de este tipo es la heroína
que tiene un efecto de euforia inicial seguida de somnolencia, induce a la
tolerancia y es muy adictiva; la sobredosis causa paro respiratorio.
Estimulantes: ellas estimulan el sistema nervioso central como las anfeta-
minas que tiene efectos de aumentar la atención y la seguridad, eliminan
la fatiga, pero es muy adictiva; y produce depresión, pánico, paranoia, dis-
minución del apetito, agotamiento. Otra como la cocaína (coca, crack)
estas producen seguridad, atención y energía. También es muy adictiva y
causa depresión, paranoia, agotamiento; el crack es más adictivo y favore-
ce la agresividad.
Alucinógenas: distorsionan la percepción de la realidad: LSD (ácido lisér-
gico, mescalina, psilocibina). Alteran el estado de la conciencia; producen
103
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
alucinaciones auditivas y visuales, confusión, desorientación, ideas para-
noides, conducta imprevisible y sensación de “ya vivido” (Antonio, 2004).
Existen varias causas por las que los adolescentes consumen drogas, entre
las principales destacamos:
Problemas personales: La baja autoestima impide al adolescente el manejo
de sus emociones al relacionarse con sus pares, de los cuales siempre busca
aprobación; también limita el cumplimiento de sus objetivos personales. La
falta de identidad es muy propia de los adolescentes, sin tener en cuenta que
la dignidad viene dada con la condición de persona. Somos seres libres, la
voluntad busca lo que la inteligencia le muestra como bueno.
Problemas familiares: Abandono por parte de los padres, maltrato físico y
psicológico, falta de comunicación, antecedentes familiares de consumo
como canal de acceso rápido y naturalizado a las drogas.
Grupo de amigos y compañeros de la escuela: miedo a la marginación, ma-
las inuencias, curiosidad, el desafío a romper límites, deseos intensos
de libertad, pero de una falsa libertad y carente de inteligencia, ya que
la verdadera libertad es la de la voluntad y todas las otras libertades son
solo modos de ella. El papel de la voluntad es primordial en cuanto quiere
aquello que la inteligencia le presenta como bueno y aborrece y evita lo
que le presenta como malo.
Problemas sociales: Carencia de programas educativos y sociales por parte
de las autoridades institucionales. En el año 2009 se sancionó y promulgó
la Ley Nacional Nº 26.586 creando el Programa Nacional de Educación
y Prevención sobre las Adicciones y el Consumo indebido de Drogas. La
provincia de Tucumán se adhirió a la misma en el año 2010. Desde el
Ministerio de Educación una dinámica campaña inicial de folletería, a-
ches y sitio electrónico le dio al tema visibilidad, con un lema acertado:
“Hablemos del tema. El esfuerzo y despliegue fue ponderable, pero no se
dio el paso clave: la bajada al aula. El valioso material quedó en el mundo
digital, disponible para quien se interesará en él. Pero no hubo decisión de
encarnarlo en contenidos programáticos y aplicarlos en las planicacio-
nes, situación que se mantiene actualmente y está íntimamente vinculada
a los modelos de instituciones educativas. Los modelos de gestión resul-
tan de la articulación de una propuesta del directivo (tomado en sentido
amplio) y del ajuste, más o menos logrado, con el resto de los miembros
104 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
de la institución. En otros términos, resultan de la lógica de los actores
institucionales y las características particulares del establecimiento. Di-
chos modelos no son jos, rígidos ni inmutables, sino que se adecúan en
función de los cambios permanentes en el interior de la institución, su
contexto próximo y el orden social, por lo que, el modelo de gestión de la
institución debe adaptarse a la realidad biológica, psicológica y social de
los adolescentes.
Impacto del consumo de drogas en el desarrollo cognitivo
de adolescentes. La investigación-acción en la escuela
Las teorías cognitivas intentan explicar los procesos de pensamiento. La
psicología cognitiva, encuentra sus raíces en diversos campos, el más im-
portantes fue la Psicología de la Gestalt. Estos estudiosos plantearon que el
aprendizaje –y la conducta subsecuente– ocurren gracias a un proceso de
organización y reorganización cognitiva del campo perceptual, proceso en el
cual el individuo juega un rol activo. Este planteamiento implica que, durante
el procesamiento de los estímulos, los sujetos agregan algo a la simple per-
cepción, para poder percibir una unidad (Arancibia, Herrera y Strasser, 2008,
p. 83). “La psicología cognitiva es aquella disciplina que se dedica a estudiar
la percepción, memoria, atención, lenguaje, razonamiento y resolución de
problemas. Es decir, los procesos involucrados en el manejo de la informa-
ción por parte del sujeto” (p. 84). El cognitivismo está presente hoy en la
psicología de la educación, “a través de conceptos tales como los aprendizajes
previos, el aprendizaje signicativo, el rol activo del sujeto como constructor
de su conocimiento y el desarrollo y la estimulación de estrategias cognitivas
y metacognitivas” (p. 84).
Los estudios de psicología cognitiva sobre la adolescencia se han desarro-
llado siguiendo a Piaget en dos direcciones: el desarrollo cognitivo y el de la
conducta moral. Para Piaget, hacia los 11 años, el pensamiento se hace for-
mal, su razonamiento se hace hipotético-deductivo, lo que dota al adolescente
de nuevas posibilidades mentales (García Blancas, 2002, p. 13); para que ese
razonamiento sea productivo es fundamental que se desarrolle libre de toda
alteración vinculada al consumo de sustancias tóxicas, ya que los mecanismos
involucrados en la percepción de mundo exterior e interior del adolescente son
complejos y continuamente la neuroplasticidad actúa en su cerebro.
105
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
El método de investigación acción implica que el educador debe de ma-
nera sistemática, replantearse, analizar y superar todos los obstáculos que
surgieran dentro del aula en busca de soluciones y oportunidades para supe-
rarse. El docente debe acompañar a sus alumnos adolescentes en esta etapa,
entendiendo las situaciones sociales, emocionales, psicológicas y biológicas
por las que transitan, teniendo en cuenta estas variables en el diseño de estra-
tegias adecuadas para que el proceso de enseñanza y aprendizaje sea favora-
ble y signicativo.
Rol de la educación desde una mirada pedagógica y sociológica
La educación es el “auxilio al hombre, en tanto indigente y falible” (Ruiz
Sánchez, 1978, como se citó en Di Marco, Portela et al., 2019, p. 154). Es-
tas dos últimas características nos ayudan a comprender acabadamente la
necesidad de la educación del hombre. Porque nace totalmente carenciado,
en todos los sentidos (indigente: física y racionalmente), necesita de otras
personas para sobrevivir y crecer; pero, a su vez, tiene múltiples posibilidades
para desarrollar las dimensiones especícamente humanas. Pero aun habien-
do desarrollado sucientemente su vida física y psicológica, como sus capa-
cidades intelectuales y volitivas, puede el hombre equivocarse (falible), tanto
en el conocimiento de la realidad como en sus razonamientos y también en
las decisiones (elecciones) que realiza, pudiendo hasta hacer “el mal que no
quiere” (Rm 7:19). Esta debilidad humana no es comprendida por ninguna
cosmovisión más que la cristiana, pues el pecado original es la causa de esta
fragilidad humana.
También se considera que el n de la educación es llevar al hombre al “es-
tado de virtud”, es decir a la adquisición de hábitos operativos (intelectuales,
morales y motores) buenos, de manera “estable” y “permanente” (status virtu-
tis). Ruiz Sánchez lo expresaba como una “plenitud dinámica” (Ruiz Sánchez,
1972b, p. 63, como se citó en Di Marco, 2021); plenitud por actualización de
las potencias, y dinámica porque sólo cesa con la vida del hombre mismo; a
su vez, el autor aclara que la acción del agente educador es
El auxilio al hombre, en tanto que indigente y falible, por el cual éste
puede lograr su plenitud dinámica, esto es, la capacidad estable para
ordenarse libre y rectamente, en su dinamismo interior y en su auto-
106 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
conducción hacia los bienes individuales y comunes, naturales y sobre-
naturales que plenican su naturaleza. (Ruiz Sánchez, 1978, p. 21)
Abre de esta manera una relación entre nes naturales del hombre y n
sobrenatural (recordemos que el n y el bien se identican, en cuanto el n
es un bien apetecible). La educación es un medio para que el hombre alcance
los nes propios de la naturaleza humana (felicidad natural) y estos a su vez
deben orientarse a los bienes sobrenaturales (nes sobrenaturales) o, preci-
samente, al Bien sobrenatural que es Dios como eterna felicidad (bienaven-
turanza).
Es fundamental remarcar que algunos hábitos deben adquirirse antes que
otros y es parte de la labor del maestro determinar la primacía en la adquisi-
ción de los mismos. El planeamiento y organización cuidadosos son impor-
tantes, pues corresponde al maestro la tarea de ocuparse de que sus alumnos
formen hábitos deseables y que operen durante toda la vida.
¿Y qué rol asume el docente en este contexto? Focaliza su acción en el es-
tudiante, esto quiere decir que debe pensar en el diseño de las situaciones de
aprendizaje, que no sólo tienen que ver con la selección del contenido, sino
con el tipo de interacción que los estudiantes van a establecer entre ellos y con
los materiales de aprendizaje.
El docente buscará las herramientas en torno a la resolución de un pro-
blema real. La presentación de una situación problemática a los alumnos, por
parte del docente, pretende generar en los alumnos, dudas, incertidumbre,
curiosidad e interés, los que favorecerán sus procesos de aprendizaje, moti-
vándolos a buscar una solución a lo que se les plantea. El Aprendizaje Basa-
do en Problemas (ABP), permite al sujeto poner en juego las herramientas
con las que cuenta –sus conocimientos previos, sus habilidades para hacer
búsquedas, sus estrategias para analizar situaciones problemáticas–, pero,
además, buscar la adquisición de nuevos conocimientos necesarios para la
resolución del problema planteado.
La naturaleza humana es perfectible y por tanto puede adquirir cualida-
des que modican perfectivamente a la persona. En eso consiste la educa-
ción: el educador tendrá que conocer el ser o naturaleza de los educandos y,
en concreto, sus características individuales que los hacen únicos. Por tanto,
es necesario reexionar sobre la crianza y sus características.
107
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
Intervención de la institución ante situaciones de consumo
El Estado, en tanto garante de este derecho, no puede permanecer al mar-
gen de ciertas situaciones que vulneran la posibilidad de su pleno ejercicio,
como es el caso de los consumos problemáticos de drogas. No puede dejar
de actuar, amparándose en el hecho de que el uso o abuso de sustancias es
algo que pertenecería a la esfera íntima del alumno. Debe estar presente para
acompañar al alumno y a su familia, garantizando la escolaridad de los chicos
a la par de la intervención de otras instancias estatales de atención integral
de la salud.
Si bien podemos decir que el ser humano es sociable por naturaleza, para
venir a la existencia necesita de otros seres humanos (padre y madre, educa-
ción), nace totalmente indefenso y es totalmente dependiente de la asistencia
de otros seres humanos para subsistir, y esta dependencia se da no solo por
un largo tiempo sino en toda su vida, en mayor o menor medida. La integra-
ción adecuada a la vida social se da a través de un proceso desde su nacimien-
to hasta la inclusión en diferentes grupos sociales, como ser la escuela. Esto
exige de él ciertas habilidades sociales que se van desarrollando y necesitan
también ser educadas.
Ante situaciones complejas, como es el consumo de drogas en la adoles-
cencia, se debe transmitir una aproximación al tema que permita abordarlo
en forma integral considerando la multiplicidad de factores que inciden en
él, e indicar ciertos criterios para poder decidir qué camino seguir. Buscar
aportar ciertos elementos y con ellos fomentar que cada institución siga pen-
sando y discutiendo posibles mecanismos de acción acordes a su realidad. Es
necesario reconocer que la temática de las drogas nos toca emocionalmente
y que los problemas relacionados con el uso de sustancias (sean éstas legales
o ilegales) constituyen materia que despierta gran interés social, que afecta las
interrelaciones cotidianas de las comunidades e impacta muchas veces en la
convivencia escolar. Ante la problemática del consumo de sustancias, el cuer-
po social, es decir, todos nosotros, se ve movilizado y tiende a dar respuestas
“heroicas, polarizadas y cargadas de moral, inuidas por las imágenes so-
ciales del tema drogas, que suelen estar llenas de afectividad y saturadas de
un sinnúmero de estereotipos y preconceptos que distorsionan la realidad.
Frecuentemente, las reacciones de las personas cuando estas situaciones se
108 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
presentan en la cotidianidad de la vida escolar son, en primera instancia de
miedo, de rechazo, de estigmatización.
Además, habitualmente se suele considerar el consumo de drogas como la
causa de una gran cantidad de problemas cuando múltiples estudios indican
que, en la mayoría de los casos, esos problemas originan el consumo. Las insti-
tuciones educativas se ven en la necesidad de asumir la responsabilidad de im-
plicarse en estas problemáticas ya que afectan la vida institucional e inciden no
sólo en las posibles reacciones personales de sus actores, sean éstos alumnos, do-
centes o padres, sino fundamentalmente en la escolaridad de los niños y jóvenes.
Abordaje desde la escuela ante posibles situaciones de consumos
Cualquier intervención vinculada al uso de drogas que se dé en la escuela
debe realizarse desde una postura comprensiva y respetuosa, considerando
al alumno como sujeto de derecho. Es necesario, para esto, revisar los pro-
pios prejuicios y evitar las aproximaciones estigmatizantes o descalicantes.
Particularmente, hay que evitar rotular “diagnósticamente” a los alumnos, ya
que no es función de los docentes como profesionales ni de la escuela como
institución determinar si se trata de una situación de adicción o si es un vín-
culo de uso o abuso de drogas.
No solo no es función, sino que en el ámbito docente se carece de los ele-
mentos para determinar de qué situación se trata. Esto es competencia de los
profesionales de la salud y de los centros asistenciales (el hospital, la salita, el
centro de salud), que evaluarán el caso y recomendará, de considerarlo nece-
sario, el tratamiento adecuado.
La escuela hará su parte orientando y haciendo de nexo para la derivación
al área de salud, generalmente con la participación de los equipos de apoyo,
ya sean internos o externos a la institución escolar. Lo realmente importante
es comprender lo que está sucediendo en el proceso escolar del alumno y
para esto los adultos de la escuela sí tienen conocimiento y experiencia su-
ciente. Es desde allí el docente debe intervenir.
Por otra parte, se debe tener presente que, con temas delicados como éste
que conllevan una fuerte connotación moral, es muy importante manejarse
con condencialidad y respeto.
Cuando se sabe o se dice que un alumno consume drogas, y esa situación
se conoce públicamente, los docentes o directivos, adultos de la escuela, tene-
109
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
mos que formularnos algunas preguntas, a efectos de pensar si es necesario
intervenir o no y en caso armativo decidir con qué tipo de intervención
hacerlo. Las preguntas que deberían formularse para encarar correctamente
cada caso son: ¿Por qué en la escuela nos preocupa este consumo? ¿Cómo se
supo o conoció la situación problemática? ¿Cómo es el desempeño escolar
de ese alumno? ¿Con qué regularidad concurre a la escuela? ¿Llega tarde?
¿Tiene inasistencias? ¿Cómo se relaciona con sus compañeros? ¿Y con los do-
centes? ¿Se observaron conductas en la escuela: clases, recreos, paseos, etc.,
que evidencien este consumo? Teniendo en cuenta que el lugar de adulto de
los docentes en la institución está dado fundamentalmente por su rol edu-
cativo, conviene siempre tener presentes estos interrogantes básicos en toda
situación vinculada al consumo de sustancias psicotrópicas.
Es importante desde la escuela ir construyendo una guía de recursos lo-
cales, tanto los de salud como los referidos a temáticas de desarrollo social.
En cualquier caso, siempre habrá que seguir trabajando en el vínculo con el
alumno y
Reforzar la idea de que es muy positivo que haga una consulta de evalua-
ción.
Promover y destacar la importancia de la continuidad de la escolaridad.
Dejar en claro que la sugerencia de un tratamiento es una ayuda, y no
tiene la intención de expulsarlo del ámbito escolar sino, por el contrario,
de intentar sostenerlo lo mejor posible.
Manifestar siempre que a los docentes y a la escuela les importa su situa-
ción y que desean que pueda seguir concurriendo.
Facilitar la concurrencia al tratamiento, exibilizando horarios de ser ne-
cesario, si no se han podido coordinar turnos extra-clases.
Efectuar un seguimiento del caso mostrando interés por la salud del joven.
Estar atentos a las posibles indicaciones de los profesionales tratantes.
Desde la escuela se generará una estrategia de acuerdo a los puntos pro-
blemáticos que existan en relación a este alumno en particular:
Si el alumno no presenta dicultades en la escuela, de asistencia, con-
vivencia o rendimiento, se les dará tranquilidad a los padres o adultos
responsables, noticándoles que en la escuela las cosas marchan bien y
orientándolos acerca de dónde consultar sobre sus inquietudes.
Si en la escuela las cosas no funcionan, deberemos trabajar sobre esto con
el alumno y con sus padres.
110 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
El proceso de socialización y la construcción de la personalidad
Cuando hablamos de socialización, nos referimos a un proceso por el cual
Se llevan a cabo una serie de contactos entre personas mediante el cual
aprendemos, aceptamos e integramos una serie de pautas de compor-
tamiento y nos adaptamos a ellas. Este proceso tiene el objetivo de in-
culcar en la persona los elementos socioculturales propios de su entor-
no, estos elementos son moldeados por las experiencias personales y
por los agentes sociales, e integrados en la personalidad del individuo
(Rovira Salvador, 2018).
La integración adecuada dentro del ámbito social se adquiere a partir del
nacimiento. Esa integración va mutando hasta lograr la incorporación dentro
de diferentes grupos sociales y, para lograr esto, se requiere ser educados y
formados.
Esa educación se da en diferentes etapas, la primera dentro del vínculo fami-
liar. Es la primera por la que el individuo atraviesa en la niñez; por medio de ella
se convierte en miembro de la sociedad. Esta etapa juega un papel crucial en la
constitución de su identidad. La segunda es donde se producen los primeros
intercambios con sujetos que no pertenecen al entorno familiar, por ejemplo, el
grupo de amigos. No hay un momento exacto que marque la nalización de esta
etapa, ya que esto varía según el individuo y la sociedad y las pautas culturales
en la que éste se desenvuelve. Por ello la sociabilidad del hombre inciden en el
desarrollo pleno. Esto implica un deber ser, un carácter ético en el modo en que
se desarrolla la sociabilidad: virtudes o vicios sociales.
Una vez que el sujeto se involucra dentro de la sociedad y comienza a
crear nuevos vínculos, puede desarrollar nuevas actitudes, como ser: tem-
peramento, carácter, reacciones afectivas, fortalezas, debilidades, entre otras;
todas ellas van a construir una personalidad que va a caracterizar al sujeto de
una manera particular, lo que nos hace únicos.
Para desarrollar estos rasgos es necesario el autoconocimiento, preguntar-
se ¿quién soy? Desarrollando nuestra identidad, establecer un autoconcepto,
es decir, ideas o conceptos acerca de uno mismo (cognitivo). Esto genera que
el adolescente pueda tener una percepción, valoración y apreciación sobre sí
mismo o de las actividades que realiza, construyéndose a partir de la propia
experiencia vital (emocional/afectivo). La educación también es partícipe de
111
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
este proceso: el docente al crear un vínculo afectivo ayuda a fortalecer o dis-
minuir las habilidades y competencias a nivel personal y académico de sus
alumnos.
Nuestra primera sociedad: el aula
El aula es una situación intencional del sistema de escolarización, el cual
supone una opción socializadora del sistema social. Los alumnos no sólo
aprenden contenidos académicos, sino que también elaboran modos de re-
lación social.
Las actuaciones que se ponen de maniesto en el aula se corresponden
con posiciones sociales diferentes, pertenecientes a estratos sociales distintos
con formas de presión y negociación diferenciadas.
El aula responde al conjunto de modelos y procesos que tienen lugar en
la sociedad sobre todo en las esferas sociales y culturales más cercanas a la
misma. El aula es sociedad, y en esta medida participa de las mismas carac-
terísticas que denen a ésta; no tanto en cuanto conjunto estructurado sino,
fundamentalmente, en cuanto al tipo y resolución de los conictos sociales
y políticos que tienen lugar. El aula es una situación donde grupos diferen-
tes, con intereses diferentes, se ven obligados a convivir durante un tiempo
extenso. Dichos conictos y su resolución son el producto de los procesos
de negociación que tienen lugar en el aula, donde cada sujeto en particular
dene su ubicación social y su pertenencia a unos grupos u otros.
El aula se congura como una concreción de los problemas, conictos,
intereses, etc., que tienen lugar en la misma sociedad, pero que en ella son
reinterpretados y autoinventados por los propios sujetos a través de la expe-
riencia social que viven en ella. Las pautas sociales y culturales de actuación
no son previas a la experiencia de aula; antes bien, a través de ésta se hace
posible la elaboración de las condiciones propias de vida en la misma. Como
arma Green “cada mensaje en una conversación se apoya en otros mensajes.
Los mensajes y las acciones de los participantes que preceden un mensaje
dado actúan para constreñir lo que pueda o deba ocurrir en cualquier punto
de la conversación” (Green, 1983, como se citó en Rivas Flores, 1993, p. 179).
Como comenta Shipman, “en función de los modos en que los alumnos per-
ciben y responden al profesor se van armando las relaciones de grupo, de-
sarrollándose un sentimiento general de pertenencia” (Shipman, 1973, como
112 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
se citó en Rivas Flores, 1993, p. 180). La propia autoconciencia del grupo
supone un componente fundamental de la estructuración social del aula y de
los procesos que en ella tengan lugar.
Podemos decir que lo realmente relevante es que el aula es sociedad, y como
tal debe responder en su forma de organizar la experiencia de los alumnos, aun
con las marcas propias que supone cada situación en concreto. En este sentido
traduce y representa la misma complejidad y la misma diversidad que caracte-
riza a la propia sociedad. No es posible pensar en una experiencia homogénea
y socialmente igualitaria, en función de un solo modelo. En la misma medida
es posible hablar que esta experiencia es global; es decir, que afecta al conjunto
de elementos que componen la sociedad. Así, los alumnos desarrollan modos
de actuación de tipo económico, político, afectivo, además del académico. Los
profesionales de la enseñanza deberían hacerse conscientes del signicado de
su actuación y de los procesos que generan en los alumnos, que trascienden
radicalmente los postulados meramente pedagógicos.
El maestro debe asumir un papel muy importante dentro de la vida del
aula, no debe ser un autoritario ni tampoco uno que deje hacer a los alum-
nos lo que quieran. La clave está en el punto medio, en la que el alumno y el
profesor trabajan juntos y aprenden juntos, intentando llegar a la meta del
conocimiento.
Empatía en el rol docente
“La empatía es la capacidad para entender otras perspectivas y sentimientos
diferentes a los propios, es una habilidad esencial para los jóvenes y una estrate-
gia de enseñanza para los docentes” (Preparatoria Panamericana, 2017).
La mirada y actitud empática de los educadores es fundamental en la eta-
pa de la adolescencia en la cual los alumnos se encuentran en la búsqueda
de sí mismos. El éxito se alcanza cuando en la construcción de su persona el
adolescente arriba a la etapa adulta de una forma saludable. La construcción
de la identidad es una tarea vital de todas las personas a lo largo de su vida; en
la adolescencia se comienza a cuestionar la realidad de una manera crítica y
a pensar adónde se desea llegar. Aquí el docente cumple un rol esencial, otor-
gando a esa mente inquieta el acompañamiento pedagógico adecuado que le
permita transitar las turbulencias con las herramientas adecuadas, siempre
teniendo como propósito la formación integral del alumno.
113
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
Los docentes son responsables de brindar a los jóvenes las habilidades
académicas necesarias para lograr el éxito profesional, pero también en pen-
sar estrategias educativas que fortalezcan su carácter para ser mejores ciuda-
danos. El aprendizaje socio emocional es primordial para construir relacio-
nes saludables, alcanzar metas académicas, profesionales y de vida.
En la planicación de la clase fomentar un clima de diálogo y respeto es
conveniente ya que permite una mayor apertura en los alumnos que se ani-
man a participar y plantear sus inquietudes, al mismo tiempo que permite
a los docentes conocerlos y detectar alguna posible situación de consumo
de sustancias tóxicas. Implementar, además, estrategias de enseñanza que
permitan la escucha activa de los adolescentes y sus problemáticas. Es sus-
tancial brindar oportunidades para que se examinen a sí mismos, indaguen
su entorno familiar, social, grupo de pares, se autodescubran y, luego de este
proceso de exploración, encuentren los caminos dignos y apropiados para su
desarrollo.
Conclusión
Para nalizar este trabajo, es importante remarcar que dentro de la sociedad
se debe fomentar y dar a conocer la importancia del cuidado del desarrollo neu-
rológico, en todas sus etapas, pero más que nada durante la adolescencia. Los
adolescentes se encuentran procesando múltiples cambios. El lóbulo frontal de su
cerebro no está en su plena madurez, lo que provoca que, en busca de nuevas sen-
saciones, se expongan a situaciones y experiencias nocivas que pueden provocar
daños irreversibles en su organismo. Esta falta de madurez se maniesta a través
de la toma de decisiones, en sus emociones y en las relaciones interpersonales.
La participación de la familia es clave para el crecimiento saludable del
adolescente y la búsqueda de su identidad. Los mismos deben cultivar las
virtudes necesarias que les permitan desenvolverse dentro de su entorno con
libertad, sin permitir las inuencias negativas de su grupo de pares, sintién-
dose con la seguridad de tomar las decisiones correctas.
La función de la educación es una gran salida, permite generar buenos
hábitos y también debe hacer frente ante situaciones complejas, como ser el
consumo de drogas en los sujetos. Este espacio cumple un rol signicativo y
debe promover el respeto hacia el cuerpo y alma de uno mismo y la de los
demás. Para poder cumplir con estos nes es necesario contar con las herra-
114 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
mientas necesarias y docentes que cumplan con determinadas capacitaciones
que les permitan planicar estrategias de reexión para poder resolver situa-
ciones de esta índole. A su vez, una de las funciones del mismo es lograr esta-
blecer un vínculo de conanza con los jóvenes, contener a los que presentan
problemas de consumo y promover la prevención a través de la fortaleza al
resto que se encuentra en etapa de vulnerabilidad.
Referencias
Antonio, N. E. (2004). Tipos de drogas y el efecto sobre el ser humano. Aca-
lán. Revista de la Universidad Autónoma del Carmen, 30, 23-27. https://
www.unacar.mx/contenido/difusion/acalan30pdf/acalan30.html
Arancibia V., Herrera P. y Strasser K. (2008). Manual de Psicología Educacio-
nal. Universidad Católica de Chile.
Berríos Valenzuela, L. A. (2007). Estudio descriptivo sobre la inuencia de
la sociedad de consumo en los valores y hábitos de los adolescentes de la
provincia de Barcelona [Tesis doctoral, Universitat de Barcelona). Re-
positorio Institucional Universitat de Barcelona. https://www.tdx.cat/
handle/10803/2919#page=1
Beserra-Lagos, D., Lepe-Martínez, N. y Ramos-Galarza, C. (2018). Las
funciones ejecutivas del lóbulo frontal y su asociación con el desem-
peño académico de estudiantes de nivel superior. Revista Ecuatoriana
de Neurología, 27(3), 51-56. https://revecuatneurol.com/wp-content/
uploads/2019/04/2631-2581-rneuro-27-03-00051.pdf
Botero-Rodríguez, F., Marroquín Rivera, A., Leal, A. (et al.). (2019). Siste-
mas electrónicos de administración de nicotina: ¿una amenaza para el
neurodesarrollo de los adolescentes? Universitas Medica, 60(4), [s/p].
https://revistas.javeriana.edu.co/les-articulos/UMED/60-4%20(2019-
IV)/231060211008/
Braidot, N. (2013). Cómo funciona tu cerebro para Dummies. Planeta.
Carretero, M., Palacios, J. y Marchesi, A. (comps.). (1985). Psicología evoluti-
va 3. Adolescencia, madurez y senectud. Alianza.
Ciruzzi, M. S. (2016). “Lucy in the Sky with Diamonds”: de la prohibición penal
al uso medicinal. MicroJuris Argentina. Recuperado el 7 de diciembre de
2023 de https://www.researchgate.net/publication/303061354_Lucy_in_
the_sky_with_diamonds_de_la_prohibicion_penal_al_uso_medicinal
115
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
Comunidad Madrid. (s.f.). Prevención de adicciones. Recuperado el 7 de di-
ciembre de 2023 de https://www.comunidad.madrid/servicios/salud/
prevencion-adicciones#:~:text=%E2%80%8B%20Seg%C3%BAn%20
la%20Organizaci%C3%B3n%20Mundial,una%20sustancia%2C%20acti-
vidad%20o%20relaci%C3%B3n
Crone, E. (2019). El cerebro adolescente. Cambios en el aprendizaje, en la toma
de decisiones y en las relaciones sociales. Narcea.
De Alba, A. (1995). Curriculum: crisis, mito y perspectivas. Miño y Dávila.
Di Marco, M., Portela, A., González, M., Boarini, M., Difabio de Anglat,
H. (2019). Aportes de la concepción pedagógica de Francisco Ruiz Sán-
chez para una teoría motivacional perfectiva. Civilizar, 19(36), 149-162.
https://doi.org/10.22518/usergioa/jour/ccsh/2019.1/a09
Di Marco, M. E. (2021). Para educar. Aportes desde la pedagogía de Francisco
Ruiz Sánchez. Teseo. https://www.teseopress.com/paraeducar/
Dobbs, D. (2011). Cerebro adolescente. National Geographic, 29(4), 2-21. https://
cmapspublic3.ihmc.us/rid=1NK0Q198M-WLTV8M-18QN/Cerebro%20
Adolescente.pdf
Dolz, M., Camprodon, E. y Tarbal, A. (coords.). (2021). Una mirada a la sa-
lud mental de los adolescentes. Claves para comprenderlos y acompañarlos.
Faros Sant Joan de Déu.
Dzib-Goodin, A. (2013). La arquitectura cerebral como responsable del
proceso de aprendizaje. Revista Mexicana de Neurociencia, 14(2), 81-85.
https://previous.revmexneurociencia.com/wp-content/uploads/2013/06/
Nm132-05.pdf
Educación 3.0 (s.f.). Neuroeducación en las aulas: cómo despertar la emoción por
aprender. Recuperado el 28 de noviembre de 2023 de https://www.educacion-
trespuntocero.com/noticias/la-neuroeducacion-llega-a-las-aulas/
Fenstermacher, G. y Soltis, J. (1998). Enfoques de la enseñanza. Amorrortu.
G9 Divulgación Cientíca. (2020) ¿Qué hacen las drogas en nuestro cerebro?
[Archivo de video]. https://www.youtube.com/watch?v=HL3IE2CB6XA
Gamma Knife (s.f.). La poda neuronal: qué es y para qué nos sirve. Recuperado
el 28 de noviembre de 2023 de https://gammaknife.com.ec/poda-neuronal/
García Blancas, A. R. (2002). La inuencia de la familia y el nivel del depresión
hacia el consumo de drogas en los adolescentes de la Ciudad de México [Te-
sis de Licenciatura]. Repositorio Institucional de la Universidad Nacional
Autónoma de México. https://repositorio.unam.mx/contenidos/194068
116 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
Martínez García, P. y Ricaurte Gutiérrez, A. (2018). Una mirada pedagógica
a la prevención de consumo de sustancias psicoactivas en jóvenes [Tesis de
licenciatura, Fundación Universitaria Los Libertadores]. Repositorio Ins-
titucional Fundación Universitaria Los Libertadores. http://hdl.handle.
net/11371/1830
Maturana, A. (2011). Consumo de alcohol y drogas en adolescentes. Revis-
ta Médica Clínica Las Condes, 22(1), 98-109. https://www.elsevier.es/es-
revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-pdf-S0716864011703972
Montoya-Filardi, A. y Mazón, M. (2017). El cerebro adicto: imagen de las com-
plicaciones neurológicas por el consumo de drogas. Radiología, 59(1), 17-
30. Sociedad Española de Radiología Médica. https://doi.org/10.1016/j.rx.
2016.09.005
National Institute of Mental Health. (2023). El cerebro de los adolescentes: 7 co-
sas que usted debe saber. https://www.nimh.nih.gov/health/publications/
espanol/el-cerebro-de-los-adolescentes-7-cosas
Nistal Franco, I. y Serrano Pérez, P. (2022). Consumo de drogas en la adoles-
cencia. Pediatría Integral, XXVI(5), 306-315. https://www.pediatriaintegral.
es/publicacion-2022-07/consumo-de-drogas-en-la-adolescencia/
Preparatoria Panamericana. (6 de junio de 2017). La importancia de la empa-
tía entre alumno y profesor. https://blog.up.edu.mx/prepaup/importancia-
empatia-alumno-profesor
Puente, L. A. R., Castillo, B. A. A., Castillo, M. M. A., Castillo, M. T. A., Gar-
cìa, N. A. A., & Rodrìguez, N. N. O. (2016). Consumo de alcohol y tabaco
en adolescentes. Revista Eletrônica Saúde Mental Álcool E Drogas, 12(4),
200-206. https://doi.org/10.11606/issn.1806-6976.v12i4p200-206
Rivas Flores, J. L. (1993). El aula como microsociedad: signicación social del
aula y de la relación educativa. En: García de León, M. A. et al., Sociología
de la Educación (pp. 167-185). Barcanova.
Rodríguez Puente, L. A. (2012). Valores terminales, valores instrumentales y con-
sumo de alcohol y tabaco en estudiantes de preparatoria. [Tesis de maestría,
Universidad Autónoma Nuevo León]. Repositorio Institucional Universidad
Autónoma Nuevo León. https://cd.dgb.uanl.mx/handle/201504211/5492
Rovira Salvador, I. (2018). Socialización primaria y secundaria: sus agentes
y efectos. Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/desarrollo/
socializacion-primaria-secundaria
117
Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Relación entre el consumo de drogas y el neurodesarrollo en los adolescentes
Ruiz Rojas, C. (2018). Que los jóvenes decidan: diseño de una propuesta pe-
dagógica desde la educación popular, para abordar el consumo problemá-
tico de drogas en los jóvenes [Tesis de grado, Universidad de Antioquia].
Repositorio Institucional Universidad de Antioquia. https://hdl.handle.
net/10495/14778
Ruiz Sánchez, F. (1978). Introducción a los fundamentos antropológicos de
la educación. Actas de las Primeras Jornadas Nacionales Universitarias de
Filosofía de la Educación (pp. 39-58). Universidad Nacional de Entre Ríos.
Sánchez-Queija I., Moreno C., Rivera F. y Ramos P. (2015). Tendencias en
el consumo de alcohol en los adolescentes escolarizados españoles a lo
largo de la primera década del siglo XXI. Gaceta Sanitaria, 29(3), 184-
189.10.1016/j.gaceta.2015.01.004
Santander, O. (2019). Consumo de drogas en adolescentes. Una reexión
conceptual. Cultura, Educación y Sociedad, 10(1), 53-66. https://doi.
org/10.17981/cultedusoc.10.1.2019.04
Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha
contra el Narcotráco (SEDRONAR). (2016). Orientaciones para el abor-
daje. De los lineamientos curriculares para la prevención de las adicciones.
Recuperado el 28 de noviembre de 2023 de https://biblioteca.sedronar.
gov.ar/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=4982
Sierra Benítez, E. y León Pérez, M. (2019). Plasticidad cerebral, una reali-
dad neuronal. Revista de Ciencias Médicas de Pinar del Río, 23(4), [s/p].
https://revcmpinar.sld.cu/index.php/publicaciones/article/view/3866
UNICEF. (s.f.). ¿Qué es la adolescencia? Recuperado el 4 de diciembre de
2023 de https://www.unicef.org/uruguay/crianza/adolescencia/que-es-la-
adolescencia
Vázquez Fernández, M., Muñoz Morenoa, M. (et al.). (2014). Consumo de
sustancias adictivas en los adolescentes de 13 a 18 años y otras conduc-
tas de riesgo relacionadas. Pediatría Atención Primaria, 16(62), 125-134.
https://pap.es/articulo/11994/consumo-de-sustancias-adictivas-en-los-
adolescentes-de-13-a-18-anos-y-otras-conductas-de-riesgo-relacionadas
Vázquez, S. M. (2012). La losofía de la educación. Estado de la cuestión y
neas esenciales. CIAFIC.
Vera Villao, J. y Yagual, R. (2015). El derecho a la familia como factor asociado
en el consumo de drogas en adolescentes en la parroquia Carlos Espinoza
Larrea, cantón Salinas, año 2014 [Tesis de grado, Universidad Estatal Penín-
118 Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 95-118
Ana Esther Campos - Teresita del Rosario Martínez - Candela Medina
sula de Santa Elena]. Repositorio Institucional Universidad Estatal Penín-
sula de Santa Elena. http://repositorio.upse.edu.ec/handle/46000/3766
Villegas Pantoja, M., Alonso Castillo, M. (et al.). (2014). Percepción de crian-
za parental y su relación con el inicio del consumo de drogas en ado-
lescentes mexicanos. Aquichán, 14(1), 41-52. https://aquichan.unisabana.
edu.co/index.php/aquichan/article/view/2672
Publicado bajo una Licencia Creative Commons
Atribución-NoComercial 4.0 Internacional