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Cuaderno de Ciencias Humanas 3 (diciembre 2023) 45-84
La educación y la unidad del saber en el pensamiento de Santo Tomás
objeto formal es la perspectiva desde la cual se considera el objeto real, y está
aplicado también a la educación; consiste en “las primeras causas y principios
en cuanto losofía y metafísica de la educación; por la descripción y expli-
cación por causas segundas, en la pedagogía y sus auxiliares” (Hernández de
Lamas, 2016, p. 14). A su vez, cada ciencia posee su método, que consiste en
el camino que ésta recorre en pos de alcanzar la verdad del objeto.
El método de la educación posee distintas etapas. En la primera, la faz
inventiva, los hitos son: experiencia, abstracción e inducción, y principio
propio. Luego tiene lugar la demostración, la cual puede ser por deducción o
por reducción a otro principio (Hernández de Lamas, 2016, p. 8).
Cada ciencia posee su método, y los descriptos anteriormente son utiliza-
dos en la medida en que contribuyen a la búsqueda de la verdad en el objeto
propio de cada ciencia. Para la pedagogía, tanto la inducción como la deduc-
ción poseen una fuerte impronta dialéctica (Hernández de Lamas, 2016, p. 9).
Respecto de la signicación etimológica del término educación, proviene
del latín educare (aspecto fonético y morfológico del término), el cual reere
a acciones tales como “criar”, “alimentar”, “producir”, “conducir”, “guiar”. Es
decir, llevar a un hombre de un estado a otro (Rodríguez, 2003, p. 30).
Ahora, si nos enfocamos en su origen educere (aspecto semántico), su
signicado es “sacar de”, “extraer”, “hacer salir”. Se puede entender como un
proceso que hace referencia a sacar algo que se encuentra dentro del hombre,
es decir, a una interioridad (Rodríguez, 2003).
Estas dos posibles acepciones han permitido la vigencia de dos modelos
conceptuales básicos: a) un modelo directivo o de intervención, ajustado a
la versión semántica de educare y, b) un modelo de extracción o desarrollo,
referido a la versión de educere (Rodríguez, 2003).
Existe también un núcleo común para las dos acepciones que proviene
del verbo duco que signica dirigir, conducir, llevar de algún lugar a otro
(Hernández de Lamas, 2016, p. 36).
Otra interpretación del término hace referencia a la educación como una
cualidad adquirida. Esta última tiende a ser supercial, dado que no suele
tenerse en cuenta lo interior o esencial de la educación.
En resumen, deben considerarse las tres raíces etimológicas del término (edu-
care, educere y duco), si se busca abarcar toda la realidad que recoge este término.
Existen numerosas deniciones del término educación. A los efectos de
este trabajo se considerará la que propone Santo Tomás de Aquino: “conduc-